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Una familia se encerró cuatro años en su casa por temor a un 'castigo divino'

Los tres miembros de una familia de Noalejo (Jaén), compuesta por los padres de avanzada edad y un hijo de 32 años, han permanecido al menos durante cuatro años encerrados en su vivienda por temor a que sobre ellos cayese algún "castigo divino". La madre y el hijo han sido internados en un centro psiquiátrico por orden judicial y el padre se encuentra ingresado en un centro hospitalario.Durante los primeros años de encierro, la familia comía los alimentos que llevaba su hijo a la vivienda pero, en los últimos meses, la alimentación se limitó exclusivamente a pan y agua, lo que ha hecho que su estado físico esté totalmente degradado.

La familia está compuesta por Juan Valverde, de 72 años; María Olmo, de 70, y el hijo, también llamado Juan. Hace "tres o cuatro años", según dijo ayer el alcalde de la localidad, Juan Raya, los vecinos empezaron a observar que la familia dejaba de- salir y abandonaba el campo del que se mantenía.

El personal del Ayuntamiento también se enteré de la situación y se iniciaron contactos con distintos colectivos para intentar averiguar qué pasaba. El hijo se negaba sistemáticamente a dejar pasar al interior de la vivienda al juez de paz, a los asistentes sociales o a las monjas que fueron llamadas.

Los Valverde no usaban el agua corriente, ni la luz. El agua la conseguía el hijo de fuentes públicas y en la casa se ha comprobado ahora que los cables de los enchufes estaban cortados.

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