El presidente Yeltsin confirma su rechazo a la ley electoral rusa

El díscolo general Alexandr Lébed, un incómodo personaje para los dirigentes rusos y especialmente para el ministro de Defensa de Rusia, Pável Grachov, fue ayer el centro de la atención de los medios políticos moscovitas al comparecer en una sesión parlamentaria que se celebró con el telón de fondo de la crisis provocada por el presidente de Rusia, Borís Yeltsin. Tras múltiples vacilaciones, el jefe del Estado confirmó oficialmente ayer su rechazo de la ley para la elección de la Duma estatal.La incertidumbre sobre la ley de elecciones de la Cámara baja se resolvió ayer por fin cuando Yeltsin notificó oficialmente su rechazo al jefe del Parlamento, Iván Ribkin, al tiempo que proponía una vía de compromiso, consistente en crear una comisión conciliadora con participación de representantes de las cámaras y presidenciales.

La mayoría de los líderes de las facciones parlamentarias aceptaron esta propuesta en una reunión del Consejo de la Duma. Sin embargo, es previsible que el asunto sea discutido hoy en la sesión plenaria de la Duma, ya que son muchos los diputados que no están de acuerdo con sus líderes. Entre quienes tienen más objeciones se cuentan los comunistas, el Partido Democrático de Rusia (centrista), y el bloque Yavloko, que dirige el Grigori Yavlinski.

El presidente tiene tres objeciones a la ley tal como fue aprobada por el Parlamento. La primera de ellas es el sistema de representación: 225 diputados elegidos proporcionalmente por listas de partidos y 225 por distritos. La segunda hace ' referencia a la participación necesaria para que los comicios se consideren válidos, que el presidente quiere aumentar al 501/6 del electorado. La tercera se centra en la obligatoriedad de abandonar el cargo durante la campaña.