Nueve niñas de Bosnia, detenidas por descerrajar pisos céntricos

Son víctimas de la guerra. A miles de kilómetros, los bombardeos que escucharon en las calles de Bosnia-Herzegovina todavía zumban en sus oídos, mientras intentan sobrevivir en una gran ciudad. Nueve jóvenes bosnias, de edades comprendidas entre los 13 y los 15 años, acompañadas de otro crío, de 11 años, forzaron las cerraduras de varios pisos de tres distritos céntricos de la capital: Buenavista, Chamberí y Universidad.Actuaban en pandilla y con un solo destornillador de 40 centímetros. Con su escasa fuerza física intentaban derribar puertas blindadas. Las jóvenes comenzaron sus fechorías el pasado 19 de abril, fecha en la que fueron detenidas las primeras jóvenes, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.

En grupos de tres o cuatro, las crías elegían un inmueble. Tras inspeccionar y comprobar que los propietarios no se encontraban en el interior del piso, pasaban a la acción. Mientras unos vigilaban y alertaban de la presencia de algún vecino, otros intentaban reventar con sus frágiles manos las fuertes cerraduras. En caso de que apareciera algún vecino, el grupo echaba a correr escaleras abajo.

Los destrozos ocasionados en las puertas eran prueba visible de que los autores del robo no eran profesionales. Tampoco muy robustos. Este dato alertó a la policía, que empezó a sospechar que aquello era obra de niños. Las puertas de los domicilios presentaban numerosas muescas verticales a lo largo de la jamba más próxima al cierre.

Manos en la masa

A finales de abril fueron detenidas las primeras cinco niñas. A finales de mayo, otras dos jóvenes, y esta semana la policía pilló durante un robo al resto del grupo.

Tras pasar por las dependencias del Grupo de Menores de la Policía Judicial (Grume), todos han sido enviados a centros infantiles de acogida de la Comunidad de Madrid. Ningún familiar se ha hecho cargo de las muchachas. Ni las nueve crías ni el niño han facilitado ningún dato sobre su domicilio. Tampoco han abierto la boca para revelar la identidad de sus familiares.

El pasado año, la policía detuvo a 17 niñas ex yugoslavas, de edades comprendidas entre los ocho y los 15 años, acusadas de efectuar pequeños robos a transeúntes en el centro de la capital. Las niñas pedían a sus víctimas una limosna. Al menor descuido les limpiaban las carteras.

Por otro lado, una adolescente de 13 años dormía el sábado por la noche en el portal del inmueble del número 19 de la calle de Choconta (distrito de Hortaleza). La joven presentaba una herida profunda en la cabeza, diversas lesiones en el rostro y contusiones en el cuerpo.

El pasado jueves, su tía, con la que vivía, la expulsó de casa, según informó la Policía Municipal a Europa Press. Ayer ingresó en el Grupo de Menores (Grume).