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La fiscalía de Milán solicita el procesamiento de Silvio Berlusconi por presunta corrupción

La fiscalía de Milán pidió ayer el procesamiento del ex primer ministro y magnate de la televisión privada Silvio Berlusconi, al que acusa de concurso en corrupción. El juez instructor tendrá que aceptar o rechazar tal petición. "Mi procesamiento se basa en un teorema sin pruebas", comentó anoche Berlusconi. Ayer también, la Fiscalía General del Tribunal Supremo abrió diligencias al fiscal jefe de Manos Limpias, Francesco Saverio Borrelli, y a otros tres magistrados, contra los que el ministro de Justicia, Filippo Mancuso, incoó acciones por presunta intimidación.

La solicitud de los fiscales milaneses de procesar a Silvio Berlusconi se inscribe en el marco de las investigaciones sobre las comisiones pagadas a la Guardia de Finanzas (policía judicial) con ocasión de las inspecciones que ésta realizó a varias empresas del grupo Fininvest, propiedad del ex primer ministro: Mondadori, V ideotime, Mediolanum y Telepiú. Las mordidas ascendieron, al parecer, a un total de 380 millones de liras (alrededor de 30 millones de pesetas).Con respecto a los "avisos de inculpación" recibidos ayer por los miembros de Manos Limpias, la fiscalía del Supremo debería proceder a una investigación, tras la cual tendrá que archivar las diligencias o enviarlas al Consejo Superior de la Magistratura (CSM) para que ponga en marcha la acción disciplinaria.

Los fiscales milaneses se decidieron ayer por el procesa: miento de Silvio Berlusconi -junto con los de su hermano Paolo; Salvatore Sciascia, ex responsable de los servicios fiscales de Fininvest, y varios oficiales de la policía financiera- porque hoy terminaba el plazo para tomar tal decisión o archivar las diligencias. El pasado miércoles habían pedido una prórroga de sus investigaciones sobre el caso.

"El tiempo transcurrido desde el aviso de apertura de sumario, de seis meses, demuestra por sí solo que no existen ni testigos ni documentos que me acusen", afirmó anoche Berluscon¡, comentando la noticia. "Naturalmente, no habiendo cometido ningún delito", añadió, "estos testimonios y esta documentación no se encontrarán jamás".

El que fue ministro portavoz del Gobierno de Berlusconi, Giuliano Ferrara, que hace tiempo llegó a calificar de "mafiosos" a los jueces anticorrupción, reaccionó ayer diciendo que "se está tratando de borrar de la escena política a Silvio Berlusconi", del que añadió que sufre "una grotesca persecución" por parte de sus adversarios.

Aunque el ex primer ministro ha afirmado siempre no saber nada de los pagos ¡legales hechos por las sociedades de su grupo, asegurando que podría haberse tratado de conclusión por parte de los agentes, y no de corrupción de los responsables de sus empresas, el ex jefe de los servicios fiscales de Fininvest Salvatore Sciascia cuyo procesamiento ha sido también solicitado por la fiscalía de Milán, reconoció, cuando se entregó a la justicia el pasado 23 de julio, la existencia de tales pagos, autorizados, según dijo, por Paolo Berlusconi.

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A cambio de las cantidades de dinero antes citadas, la policía financiera tenía que hacer la vista gorda ante las irregularidades contables de las empresas de Berlusconi. Por estos hechos están siendo juzgados varios miembros de la Guardia de Finanzas, en un proceso que se sigue en Brescia.

El declive político

La petición de procesamiento del ex primer ministro llega en el momento de mayor declive de su estrella política, tras la derrota de la coalición de derecha que preside -el llamado Polo de la Libertad-, en las recientes elecciones administrativas y regionales y el fracaso de su pretensión de haber adelantado a junio las próximas elecciones generales.

Los "avisos de inculpación" recibidos ayer por los fiscales milaneses son consecuencia de las violentas acusaciones de, que les ha hecho objeto el actual ministro de Justicia, Filippo Mancuso, quien ha dicho que estos jueces -que con la investigación Manos, Limpias dieron la vuelta como un guante a la Italia corrupta en los últimos tres años- fueron parciales en sus investigaciones, abusaron de la prisión preventiva y faltaron a sus deberes de silencio y reserva.

Con respecto a la acusación de intimidación a los inspectores que el anterior titular de Justicia mandó a Milán, tales inspectores emitieron un informe elogiando sin límites la labor de los jueces milaneses y reprochándoles exclusivamente alguna indiscreción con la prensa.

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