El PP rectifica su plan de eliminar desgravaciones
Los expertos del partido conservador dicen ahora que mantendrán o aumentarán las deducciones
El Partido Popular dio ayer un giro radical en sus declaraciones sobre la reforma del impuesto sobre la renta que pretende poner en marcha cuando gobierne. Mientras que la semana pasada reconocieron que la rebaja de la tarifa del impuesto iría acompañada, de una desaparición de la práctica totalidad de las deducciones que existen porque, como dijo José María Aznar, "lo que debe suceder con un sistema fiscal moderno es que las desgravaciones tiendan a ir desapareciendo", ayer los expertos económicos del PP afirmaron que "las deducciones deben mantenerse y en muchos casos deben aumentarse". Y subrayaron que "la reforma fiscal del PP pretende reducir los impuestos de todos los españoles, empezando, por supuesto, con los de rentas más bajas".
La polémica desatada sobre la propuesta fiscal del PP que, de llevarse a la práctica, supondría reducir más los impuestos a quienes declaran rentas más altas, ha provocado que los responsables económicos del partido conservador den marcha atrás. Juan Costa, diputado del PP y experto en temas fiscales, afirmó ayer que "en el actual contexto económico y social, todas las deducciones del IRPF están justificadas". Costa añadió que "el PP cree que las deducciones deben mantenerse y, en muchos casos, aumentarse y no apoyará ninguna propuesta del PSOE en sentido contrario".El PP volvió a decir ayer que su reforma "pretende reducir los impuestos de todos los españoles, empezando por supuesto con los españoles de rentas más bajas". Costa no explicó cómo casan estas frases con las dichas por él mismo hace una semana, ni cómo se cubrirá la merma de recaudación de una rebaja de la tarifa del IRPF.
Costa, que una semana antes había señalado la necesidad de "racionalizar" las deducciones, dentro de un esquema de reforma global del impuesto, y que dijo que "si el sistema sanitario público funciona, ¿por qué va a poder deducir alguien el coste de unas gafas?", afirmó ayer que "decir que el PP pretende eliminar las desgravaciones es un engaño más a los que nos tiene acostumbrados el PSOU.
Ésa fue la línea que mantuvo el lunes Rodrigo Rato, portavoz popular en el Congreso, cuando señaló que el PP "aumentará la desgravación sobre la familia, la compra de viviendas y el ahorro alargo plazo".
Estas deducciones que, al realizarse en la base imponible y no en la cuota a liquidar, favorecen a los perceptores de rentas más altas, siempre han aparecido como las que mantendría el PP si llegara a gobernar. La deducción por vivienda desaparecería, como dijo Aznar, en el momento en que se aplicara la reforma total al IRPF y a la fiscalidad de la vivienda.
Recaudación
Las declaraciones de Costa y de Rato chocan con las efectuadas días antes por otros responsables del PP, que trataban de negar que Aznar hubiera ocultado en la presentación de su programa que la rebaja de la tarifa del IRPF lleva a aparejada, para que no se reduzca la recaudación del impuesto, la desaparición de la práctica totalidad de las deducciones y desgravaciones.
Cristóbal Montoro, portavoz del PP en el Congreso en temas económicos, reconocía que "la rebaja de la tarifa hace innecesaria la deducción por rendimientos netos del trabajo". Esta deducción representa un alivio a la hora de la liquidación para las rentas más bajas -las que se generan en su mayor parte a través del trabajo- y menos para las rentas más altas, segmento en el que el resto de las rentas, sobre todo por rendimientos del capital, adquieren un peso mayor. Esta deducción es, junto con la de vivienda, la de mayor peso y supone cerca de 400.000 millones de pesetas del billón de gastos fiscales del IRPF.
Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, negó el lunes en presencia de Aznar que se hubiera ocultado la intención de suprimir la mayoría de las desgravaciones y Francisco Álvarez Cascos -número dos del PP-, además de equivocarse al afirmar que su partido mantendría una deducción por gastos de educación que hoy no existe, admitió que habría algunas desgravaciones, como la sanitaria, que se reducirían.
Presupuestos
Costa acusó al PSOE de preparar el terreno para lo que va a hacer en la tramitación de los presupuestos de 1996", añadiendo que "el PP se va a oponer al recorte de deducciones que propondrá el Gobierno".
Joaquín Almunia, portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, calificó ayer de "insólita la descoordinación de los portavoces del PP a la hora de plantear propuestas relativas a, los impuestos". El diputado socialista ironizo sobre "qué sería de estos señores si estuvieran juntos en un Gobierno y tuvieran que decidir sobre el impuesto sobre la renta".
Almunia, como el secretario general del Portavoz del Gobierno Miguel Gil, dijo que el PP o bien mostraba ideas distintas y contradictorias, como ocurre en el caso de la reforma fiscal, u "oculta absolutamente sus ideas" como pasa con el anuncio "de una reforma laboral con consecuencias claramente ingratas e impopulares". Almunia dijo que las declaraciones de Aznar de que "sus ideas sobre cómo reformar el mercado de trabajo crearían tanta conmoción en la opinión pública que no quiere contarlas", "son una invitación a que nadie les vote, porque ningún ciudadano va a votarlo que desconoce".
El ministro de Economía, Pedro Solbes, añadió ayer que el modelo fiscal propuesto por el PP conduciría a una reducción de la recaudación que únicamente podría compensarse mediante el aumento del déficit o el descenso del gasto público y las prestaciones sociales. Solbes aseguró que el modelo del PP "es posible en teoría", pero que "no ha mostrado su efectividad en la práctica en los países en que se ha aplicado.
EI Gobierno estudia limitar algunas deducciones para aumentar la recaudación
El Ministerio de Economía y Hacienda estudia la posibilidad de limitar el año próximo la deducción por vivienda, en función del nivel de renta dé los declarantes, y eliminar la actual desgravación por gastos de enfermedad. Esta mayor presión fiscal hará aumentar la recaudación por IRPF, al reducir una parte de los gastos fiscales, y formará parte del proyecto de presupuestos para 1996 que contempla, según el Gobierno, "la congelación de los gastos en términos nominales" y el respeto "a los compromisos de aumento de gastos sociales".El ministro de Economía anunció, cuando se aprobaron las líneas de los presupuestos para 1996, que el esfuerzo de reducción del déficit público que es necesario hacer es tan, fuerte que "todos los gastos, salvo los sociales, e incluyendo los fiscales están en revisión". Los primeros trabajos de Hacienda, se inclinan porque, dentro de los gastos fiscales del IRPF, se reduzcan los referidos a adquisición de vivienda y los derivados de la deducción por gastos de enfermedad.
Por esta última deducción se descontaron el año pasado más de 55.000 millones de pesetas de los que se beneficiaron algo más de cuatro millones de contribuyentes de los 12,7 millones que presentaron declaración por IRPF. Pero la distribución por tramos de renta de esta deducción está muy sesgada hacia las rentas más altas, que son las que en mayor proporción utilizan los servicios de la sanidad privada o conocen con mayor exactitud las posibilidades legales que tiene la normativa del IRPF.
Mientras que solo el 2% de quienes declaran rentas menores a medio millón de pesetas usaron el derecho a deducirse por gastos de enfermedad (o el 15% de quienes ganan menos de un millón), el 80% de quienes declaran más de 25 millones de pesetas de base imponible (o el 68% de quienes afirman percibir entre 10 y 25 millones) dedujeron cantidades por este concepto en su liquidación del impuesto correspondiente a 1993.
La misma tendencia existe a la hora del importe de la deducción efectuada. En promedio, los más de cuatro millones de contribuyentes que declararon gastos de enfermedad descontaron de su impuesto menos de 13.500 pesetas. Pero los poseedores de rentas más altas se dedujeron, cada uno, más de 45.000 pesetas. Ello significa que incurrieron en gastos médicos por valor de casi medio millón de pesetas. Los declarantes de rentas más bajas declararon gastos médicos de alrededor de 100.000 pesetas, cinco veces inferiores.
En algunos medios del Gobierno se considera que esta deducción no cumple con una función redistributiva de la renta y que, dada la cobertura generalizada de la asistencia médica pública, no tiene especial sentido mantenerla.
La deducción por compra de vivienda. -algo más de 200.000 millones de gastos fiscales previstos en 1995- será limitada para corregir lo que en algunos medios se consideran "efectos perversos" de la deducción. Actualmente, se pueden deducir de la base imponible hasta 900.000.pesetas por intereses de créditos para compra de la vivienda habitual y el 10% del capital invertido siempre que esta cifra no supere el 30% de la cuota líquida.
En el Gobierno se estima que debe ponerse un límite sobre el nivel dé renta de los contribuyentes que puedan acogerse a esta deducción "porque en la actualidad se subvenciona tanto las casas de protección oficial, como las viviendas de lujo".
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