Gestión y Administración Pública, una diplomatura todavía poco conocida

Uno de los grandes objetivos de la reforma universitaria es potenciar las carreras de ciclo corto: diplomaturas e ingenierías técnicas. Por esta razón, en el nuevo catálogo de titulaciones se ha ampliado considerablemente su oferta. Son numerosas las editoriales que publican series monográficas dedicadas a la información sobre las características de todas las carreras, y, no obstante, los estudiántes que están a punto de ingresar en la Universidad siguen desconociendo lo esencial de la actual oferta universitaria.En la duda, el estudiante medio tiende hacia las carreras que suenan, las titulaciones tradicionales, y, entre éstas, sigue prefiriendo las de ciclo largo (licenciaturas e ingenierías superiores), convencido de que las posibilidades de empleo son mayores. La diplomatura en Gestión y Administración Pública es una de las nuevas carreras cortas aún poco conocidas.

Completa y práctica

Se trata de una titulación que se presenta, en teoría, como una buena alternativa a estudios superiores como los de Ciencias Empresariales, Económicas, o Derecho, y enfocada al trabajo en la Administración Pública. Los diplomados salen preparados en áreas como el derecho administrativo, contabilidad pública, sistema fiscal o en economía, lo que les abre posibilidades en el sector privado.

Los estudiantes aprenden el funcionamiento real de la Administración, sus problemas y soluciones viables. Aprenden las técnicas para dirigir un equipo y salen preparados para ocupar puestos directivos de nivel medio.

Actualmente cursan esta carrera unos 3.000 jóvenes en todo el Estado. Si el alumno distribuye los créditos en tres años, la matrícula anual le cuesta entre 60.000 y 70.000 pesetas. Con esta diplomatura se puede opositar al grupo de gestión de la Administración Pública y para trabajar como subinspectores de Hacienda, en el departamento de gestión de las empresas o en asesorías jurídicas públicas o privadas,

Francisco Vanaclocha Bellver, vicedecano de esta diplomatura en la Universidad, Carlos III de Madrid y profesor de Estructuras Políticas y Administrativas, piensa que los alumnos "reciben una buena formación para trabajar en las redes de centros hospitalarios, de Educación o del Inserso, por ejemplo, como funcionarios encargados de su gestión".

"Puedes conseguir un trabajo seguro en la Administración, pero el problema es que cualquier titulado puede acceder a las mismas oposiciones que nosotros; no tenemos ninguna ventaja", dice Eva María Mora, alumna de tercer curso en la Universidad Carlos III de Madrid. Sus compañeros de clase, la mayoría mujeres, están de acuerdo en que éste es uno de los principales problemas.

A este respecto, Constantino Méndez Martínez, secretario de Estado para la Administración Pública, explica que los procesos de selección son objetivos y no se puede tomar como mérito una formación determinada. Sin embargo, Méndez apostilla que "en la reorganización de las políticas de personal cada vez se pone más el acento en la importancia, de la promoción interna, aspecto en el que adquiere toda su relevancia una formación y titulación tan es pecífica como la de Gestión y Administración Pública.

Jesús Pérez Aguado, otro alumno del tercer curso de la Universidad Carlos III, tampoco es optimista. "Sólo vamos a poder acceder a las empresas privadas si tenemos experiencia previa en el sector público". Constantino Méndez precisa, en este sentido: "El sector público se interrelaciona cada vez más con la sociedad, por lo que las empresas van a requerir profesionales que conozcan bien este sector

Para Francisco Vanaciocha, todo pasa por que la Administración "realice un esfuerzo de reflexión para tener claro el perfil de los profesionales que necesita para, entonces, adaptar a él el programa de las oposiciones y los planes de estudios de las universidades".

La mayor ventaja de esta diplomatura reside en que los temarios para determinadas oposiciones están más relacionados con ella que con la de cualquier licenciatura.