Multa de un millón para el dueño de la balsa de aceite de San Fernando

El propietario de la empresa ubicada en la inca Las Fuentecillas, en San Fernando de Henares (28.314 habitantes), en la que el pasado mes de marzo se encontró un vertido de más de 230.000 litros de aceite, tendrá que pagar una multa de un millón de pesetas y correr con los costes de la des contaminación del suelo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid falló el pasado miércoles el recurso contencioso-administrativo que mantenía Tomás Jiménez Sacristán, responsable de la empresa causante de los vertidos, con la Agencia del Medio Ambiente (AMA) de la región. Los jueces han dado la razón a la agencia, que ahora estudia limpiar el terreno -próximo al rio Jarama, a un asentamiento chabolista y a una depuradora-."Es lógico que no hayamos entrado antes a limpiar. Si el fallo hubiera beneficiado al culpable del atentado ecológico, al final hubiera resultado que con el dinero de todos los madrileños se habría mejorado el terreno de un particular que se ha lucrado contaminándolo", justificaron ayer en la AMA. La agencia calcula que la limpieza costará más de 100 millones de pesetas.

La mitad del aceite llenaba una balsa de obra del tamaño de una pequeña piscina. EL PAÍS intentó ayer, sin éxito, conocer la opinión de Jiménez Sacristán.