Los sondeos en Argentina apuntan a la reelección de Menem en primera vuelta
Sobre un caballo pinto, caudillo, el general Juan Domingo Perón parece revistar una parada militar de gala en la fotografía sepia que el parado diego gavaldini vende a un dólar en la localidad de Florencio Varela. Diego muere por Perón y mataría a Carlos Menem porque piensa que el histórico difunto impartió justicia: "Y Menem nos la quitó". La multitud que aclama al gran favorito de las elecciones argentinas de mañana piensa lo contrario: "No hubo mejor presidente". En su mensaje final, Menem identificó el gran objetivo si repite mandato: "Pulverizar la desocupación".
"¿Pero si usted lleva una gorra con el nombre de Menem?. "Cómo quiere que entre aquí si no", confiesa Gavaldini, de 49 años, cinco hijos, ferroviario en paro, muestra del creciente descontento entre quienes perdieron el trabajo con la apertura económica. Pronto interrumpe la conversación para continuar la ronda en esta localidad distante 30 kilómetros de Buenos Aires, parte de un cordón que agrupa a un electorado superior al de seis provincias."La Argentina está mejor, pero hay argentinos que aún tienen problemas". admitió Menem. En un programa de televisión se apiadó del senador José Octavio Bordón, cuya irrupción en campana inquieta al peronismo. "La segunda vuelta existe en la música folclórica. De sueños también se vive". Las encuestas de última hora indican que, por uno, dos o tres puntos, Menem puede conseguir la victoria en la primera vuelta.
. El presidente, de cazadora y vaqueros, inauguró aquí una planta potabilizadora de agua que servirá a 250.000 personas, y prometió "pulverizar la desocupación", oficialmente el 12,4%, asunto principal de la campaña en los últimos días y bastión del Ejecutivo porque la estabilidad y el temor a mayores males entre quienes no se beneficiaron de aquélla son todavía factores determinantes.
La traumática hiperinflación sufrida durante la Administración de Raúl Alfonsín (1983-89) aún ayuda al Partido Justicialista y colaboró en el hundimiento de los radicales. "A Menem lo votarán la derecha y los pobres", declaró el ex presidente.
A un kilómetro de la concentración, en este bolsón de la pobreza nacional, la familia Ortega se suma al duelo de Diego Gavaldini y reclama el paredón para la Jefatura del Estado y el Ministerio de Economía. "Que venga Castro
[por Fidel] y le ayudo a fusilar. Nos engañaron". "¿Pero a quién se le ocurre tener 14 hijos? La culpa es de él", condena el chófer.
A por la tercera presidencia
Carlos Menem, que anunció su interés en lograr una tercera presidencia en el año 2004, suma el agradecimiento de la inversión extranjera y de los miles de personas reunidas en Florencio Varela. "Voy a votarle porque ahora estamos comiendo". Lucía Esquivel, de 50 años, siete hijos, dos nietos, viuda, es cocinera en la escuela El Alpino. Entre la gratificación. por familia numerosa, la pensión del esposo y su propio salario ingresa unas 80.000 pesetas. "Antes no teníamos nada. Y ahora la escuela da de comer a 569 chicos todos los días. Es impagable esta tranquilidad".
Julián y María, en tomo a los cuarenta, tienen dos hijos y otro en camino. La trataron tan bien en el hospital público de turno, aunque millones echarían pestes del sistema sanitario del Estado, que se animó al tercero. Julián Bignolo recuerda que "cuando la hiper (la hiperinflación del último tramo del mandato de Alfonsín) no se podía vivir. Un kilo de azúcar te costaba 50 centavos por la mañana y un peso por la tarde". No tiene coche, pero pudo veranear en Paraguay.
"Menem levantó un país enterrado a 1.000 metros de profundidad. Yo mismo vivía un una chabola que se caía". Antonio Béliz, de 45 años, acude a la manifestación con su madre, de 80 años, sorda. "Este hombre es un bárbaro. ¡Qué cosas tan grandes ha hecho!". La anciana, ausente al elogio, habla sola: "Todavía no me han dado mi pensión". El hijo corrige los elogios: "Estamos medio ajustados, pero todo tiene ya una base".
La peonada de una zanja próxima se explica a través de un portavoz golpista: "¿Desaparecidos? En algo andarían. Ahora habría que hacer desaparecer a todos los ladrones de este país. Con los militares, el laburo (trabajo) era mejor", expone ufano sin un ápice de vergüenza.
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