"El éxito no me hace ser mas feliz" , dice el compositor polaco Henryk Gorécki
Afirma estar perplejo por el interés que despierta su música
En 1992, una grabación de su Tercera sinfonía se convirtió en uno de los mayores éxitos de ventas de la historia discográfica. Desde entonces, el compositor polaco Henryck Gorécki (1933) ob serva, perplejo y divertido, el interés que despierta su música en todo el mundo. "Aún no sé qué pensar pero, como ya soy bastante viejo, el éxito no me hace ser más feliz. Me gusta, pero no me ha cambiado", dijo ayer en Barcelona.
Gorécki, que visita España por primera vez, es la máxima atracción del ciclo de conciertos y conferencias dedicadas a las vanguardias polacas que el jueves inició la Orquestra de Cambra Teatre Lliure en Barcelona.En los últimos tres años, el fenómeno Gorécki despierta pasiones y también detractores. Su Tercera Sinfonía ha sido tocada más de 150 veces en 20 países de todo el mundo, los estrenos se han sucedido desde Japón hasta Brasil, y ha sido protagonista de documentales, películas y coreografías.
Gorécki disfruta las ventajas del éxito, aunque lamenta sus inconvenientes. "Sigo siendo el mismo compositor y el inexplicable éxito de mi obra sólo ha cambiado drásticamente mi vida cotidiana. Cuando estoy en casa, quiero componer, pero el teléfono no para de sonar", comenta. "La gente piensa que he comprado casas y coches lujosos, que vivo rodeado de bellas mujeres o que juego al tenis, pero mi vida sigue siendo la de un compositor que sigue su camino".
Para Gorécki, la fascinación por el éxito y el dinero es tan inútil como estúpida. "Sólo tenemos una vida y es endiabladamente corta. En Polonia, que es un país acostumbrado a luchar por su supervivencia, solemos decir que la última camisa no tendrá bolsillos".
Para ilustrar la diversidad de emociones que desata su música, Gorécki cuenta una sabrosa anécdota: "El año pasado, en, Gran Bretaña, se me acercó una señora para felicitarme. Me dijo que mi música era maravillosa y me explicó la sensación de placer que sentía cuando, para relajarse, escuchaba mi sinfonía en una bañera repleta de espuma. Yo me limité a preguntarle si estaba sola en la bañera...".
La producción musical de Gorécki es muy extensa, pero la celebridad de la Tercera Sinfonía ha sepultado la mayoría de sus obras. "¿Y qué puedo hacer? Antes compuse 60 obras y después he escrito otras 60. Yo amo la música, a ella he entregado mi vida y sólo el tiempo dirá qué obra perdura o desaparece".
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