Alli echa un pulso a su ex partido

La irrupcion en el ruedo político de Convergencia de Demócratas Navarros (CDN), el partido creado por el actual presidente de la comunidad autónoma, Juan Cruz Alli, ha dado un espectacular vuelco a las perspectivas electorales de esta pequeña localidad para el 28 de mayo.Unión del Pueblo Navarro (UPN), partido en el que, tras la fusión, se integraron los hombres del Partido Popular, parecía tener muy clara su victoria y las primeras encuestas le hacían rozar la mayoría absoluta en el Parlamento navarro, formado por 50 escaños. Pero estalló la tormenta y su máximo, líder durante esta última legislatura, Alli, abandonó el partido y fundó el CDN, arrastran do tras de sí a importantes hombres del regionalismo navarro.

La guinda que colmó su paciencia fue comprobar que no era propuesto nuevamente como candidato a presidente de Navarra.

Así pues, la incógnita Alli marcará una campaña electoral compleja. El presidente regional, que, reafirma el concepto de Navarra como nacionalidad histórica en una línea que algunos han equiparado a un incipiente nacionalismo foral, se convertirá en el eje del futuro Gobierno de esta, comunidad, según tres encuestas preelectorales diferentes publicadas en medios de comunicación locales. Estos sondeos de opinión vaticinan un nuevo triunfo de UPN, que obtendría unos 17 escaños, seguido del Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE), que bajaría de 19 a 10. El CDN de Alli conseguiría 10 diputados, subiría de 2 a 6, Herri Batasuna (HB) bajaría de 6 a 4 y Eusko Alkartasuna (EA) perdería uno, quedándose en dos.

La pelea electoral por excelencia será la que libren UPN y Alli. Los regionalistas han optado por acusar al todavía presidente regional de transfuguismo y reafirmar sus excelentes lazos con, el PP de José María Aznar. Alli ha utilizado esta fusión política, cuyo máximo artífice, no hay que olvidarlo, fue él mismo, para señalar que el CDN es "el único partido navarro" y acusar a UPN y a su candidato a presidente del Gobierno, Miguel Sanz, de "beber del catecismo del PP" y estar dominado por Madrid.

El PSN-PSOE, agazapado estos años en una oposición, colaboradora, enfrentará la gestión. de sus dos Gobiernos autonómicos al frente de Navarra con lo que considera el fracaso de UPN, aunque para ello deberá hacer olvidar al electorado as sospechas sobre presuntos casos de corrupción política que llevaron a la dimisión a su anterior secretario general y expresidente de Navarra, Gabriel Urralburu, así como de quien fue su consejero de Obras Públicas, Antonio Aragón, por presuntos cobros de comisiones ilegales en diversas obras realizadas durante el mandato dé Luis Roldán al frente de la Guardia Civil. Las perspectivas electorales apuntan a una fuga del voto socialista hacia una IU ahora testimonial.

Herri Batasuna, que baja según todos los sondeos, afirma que "seleccionará su trabajo en el Parlamento" y luchará por mantener el voto. bajo la óptica de que ha quedado enterrada la idea de la integración de Navarra en Euskadi. "Optamos por la unión libre de los territorios vascos en la nación que es Euskal Herria", ha señalado su cabeza de lista al Parlamento, Adolfo Araiz. El nacionalismo vasco concurrirá absolutamente dividido. Además de HB, se presentan por separado Eusko Alkarla coalición Nacionalistas Navarros -formada por el PNV, Euskal Ezkerra e independientes- y Batzarre, una coalición navarra en la que se integran personas procedentes del antiguo Movimiento Comunista de Euskadi y de la Liga Comunista.

Allí ha sido el primero en iniciar la precampaña. Afirma que UPN se ha derechizado y que la opción que presenta su partido responde a la demanda de una Navarra que es "de centro izquierda, progresista y tolerante". Este brillante abogado que igual acude junto a cargos electos de HB a conmemorar la última batalla por la independencia de Navarra en la localidad de Amaiur que reza en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén tocado con la tradicional txape1a, tendrá de nuevo en sus manos. la llave de un Gobierno que pudiera escapársele a UPN.

Tras el 28-M, y si se cumplen los pronósticos, caben múltiples combinaciones: desde el mantenimiento del pacto de gobernabilidad que respetan UPN y los socialistas, dirigidos ahora por su candidato a presidente, Javier Otano, hasta la formación de un posible Gobierno de centro izquierda CDN-PSOE, presidido nuevamente por Allí.