Chirac quiere el cambio en marcha para el 14 de julio

La llegada de Jacques Chirac a la presidencia estará marcada por la urgencia. Basó su campaña en la necesidad de cambiar Francia a toda prisa, y ahora tendrá apenas dos meses para hacerlo. Con las vacaciones como límite, y con unas elecciones municipales mientras tanto, el tiempo aprieta. Philippe Séguin, presidente de la Asamblea Nacional y uno de los principales barones chiraquistas, anunció ayer que la primera hornada de grandes reformas contra el desempleo y la crisis social deberá estar lista antes del 14 de julio. Chirac: recibirá las llaves del Elíseo el lunes o el martes próximos, y nombrará ese mismo día a su primer ministro. A finales de junio, en la cumbre europea de Cannes, tendrá ocasión de aclarar su confusa política para con Europa.

La prisa es tanta, que Chirac prescindió el domingo por la noche de acudir a la gran fiesta de la derecha en la parisina plaza de la Concordia, y se encerró con sus colaboradores en su despacho de la alcaldía de París. Había que preparar ya la "gran reforma". Chirac sabe que no dispondrá de los tópicos 100 días de gracia. Los líderes sindicales, encabezados por Marc Blondel (Fuerza Obrera), pedían ayer "medidas concretas, rápidas y efectivas", en un clima de huelgas y conflictividad laboral y social que ha impregnado toda la campaña electoral.Lo que nadie sabe aún con certeza es en qué consistirá la reforma, el prometido "cambio fuerte". La prioridad, lo dijo Chirac en cuanto se conocieron los resultados electorales, es el empleo.Los detalles permanecen en el misterio, salvo dos medidas no demasiado revolucionarias: el aumento del salario mínimo y la implantación del Contrato Iniciativa Empleo, una fórmula por la que todo empresario que contrate a un parado de larga duración se beneficiará de una exoneración total de cargas sociales y de una prima mensual de 2.000 francos (unas 50.000 pesetas). Una fórmula similar fue ya ensayada por los socialistas en 1989, y benefició a 179.000 personas. En Francia hay ahora 3,2 millones de parados, de los cuales más de un millón buscan empleo desde hace más de un año.Como contrapeso al aumento de gasto público que crearán los nuevos contratos, y el aún desconocido programa de lucha contra el desempleo, Chirac tendrá que recaudar más, bien aumentando el IVA, bien aumentando la Contribución Social Generalizada (impuesto directo del 2,4% sobre todo tipo de ingresos). Ambas opciones son impopulares.Gran paquete de reformas

El presidente Chirac deberá ofrecer algo más que un salario mínimo más alto y unos contratos especiales si no quiere defraudar a su electorado, sobre todo a los jóvenes que no han conocido a otro presidente que Mitterrand y que, el domingo por la noche, festejaban por las calles de Francia la llegada del "cambio". Philippe Séguin prometió ayer que habrá cambio, que habrá un gran "paquete de reformas", y que todo deberá aprobarse antes del 14 de julio, tradicional fecha de inicio de vacaciones.

Descartada, al menos de momento, la disolución de la Asamblea Nacional, el actual período legislativo durará hasta el 30 de junio. Philippe Séguin insinuó, como presidente de la Asamblea, que la sesión parlamentaria debería prolongarse de forma extraordinaria hasta mediados de julio.

La cuenta atrás comenzará la semana próxima. Mitterrand tiene su agenda ocupada hasta el domingo, lo que indica su disposición a abandonar el Elíseo desde el lunes 15, cinco días antes de que concluya legalmente su mandato. Como el Consejo Constitucional dará por oficial el resultado de las elecciones mañana o el jueves, Chirac estará ya en condiciones de jurar como quinto presidente de la V República y hacerse cargo del Elíseo.

Se desconoce aún si Chirac celebrará el inicio de su mandato con alguna gran ceremonia, tal como hizo Mitterrand en el Panteón en 198 1. Lo que sí está claro es que designará a su primer ministro, muy probablemente Alain Juppé, en cuanto asuma la presidencia. Y que el nuevo Gobierno será nombrado al día siguiente, para que pueda celebrarse el primer consejo de ministros el mismo miércoles.

Chirac habló ayer con Mitterrand durante la ceremonia del cincuentenario de la derrota del nazismo, y la cuestión del relevo debió abordarse en algún momento. El presidente electo acudió después al domicilio de Michel Debré, ex primer ministro del presidente Charles de Gaulle, y conversó con él durante' casi una hora.

El gran estreno internacional del presidente Chirac se producirá el 15 de junio, en Halifax (Canadá), durante la reunión de los líderes del G-7, los siete países más industrializados del mundo. Unos días más tarde se celebra en Cannes la cumbre de la Unión Europea con la que concluirá la presidencia semestral francesa. En la reunión de Cannes se hablará de cómo acceder a la moneda única, se preparará la gran Conferencia Intergubernamental de 1996 para la reforma del tratado de Maastricht y se hará balance de los primeros meses de supresión de fronteras internas. Chirac tendrá ahí ocasión de mostrar las claves de su aún confusa política europea.

[El triunfo de Chirac tuvo un efecto positivo sobre el franco francés, pese a que las principales Bolsas europeas estuvieron ayer cerradas. En Nueva York, la moneda francesa se revalorizó sobre el marco cotizando éste en 3,54 francos frente a 3,58 del viernes, según France Presse.]