Caudillos consentidos

Para la mayoría de los europeos occidentales y de los norteamericanos, la competición entre los partidos políticos es inherente al gobierno democrático. Para muchos latinoamericanos es una cosa molesta. El mes pasado, los peruanos reeligieron a Fujimori como presidente con el 64% de los votos. ( ... ) Y fuera del país, ¿por qué razón es mejor conocido Fujimori? ( ... ) Por asumir poderes casi dictatoriales. ( ... ) Para algunos demócratas, esto es preocupante. La historia política de Latinoamérica está salpicada del espécimen del caudillo, del hombre fuerte: Perón en Argentina, Stroessner en Paraguay y Pinochet en Chile son algunos de estos casos desde 1945. ( ... )Fujimori es digno de este título. El presidente argentino, Carlos Menem, o el venezolano, Rafael Caldera, podrían llegar a serlo. ( ... ) El uruguayo, Julio Sanguinetti, o el brasileño, Fernando Henrique Cardoso, no lo son. Sin embargo, los cinco tienen algo en común: no una megalomanía personal, sino que cada uno ha hecho cosas o planes que su electorado considera más importantes que el derecho de los legisladores a competir en el juego de los partidos. (_.)

En Latinoamérica, los presidentes tienen que decidir cómo hacer lo que los votantes quieren, y algunas veces, lo que necesitan pero no quieren. ( ... ) En los tiempos de los generales, la primera necesidad de Latinoamérica era la libertad. Hoy, los votantes quieren ( ... ) sobre todo que sus Gobiernos sean eficaces.

, 7 de mayo