Otro dirigente guerrillero argentino admite su culpa en la guerra sucia
El líder del disuelto Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Enrique Gorriarán Merlo, admitió ayer la responsabilidad de la organización armada que dirigió en Argentina bajo la última dictadura militar (1976-1983). Además, se comprometió a aporta datos para la confección de lista de "detenidos-desaparecidos' con intervención de un tribuna que actúe bajo la jurisdicción d la ONU.El ex dirigente guerrillero ase guro, en una grabación difundida por televisión, que no hay forma de explicar a la sociedad argentina ciertos actos de violencia producidos a finales de la década de los años setenta y citó como ejemplo la desaparición de la hija de un miembro del Ejército. "No hay cómo explicar a la sociedad ni a nadie la pérdida irreparable de la hija del capitán Viola en 1975 en la provincia de Tucumán", reconoció.
Gorriarán Merlo es prófugo de la Justicia argentina que le acusa de un sangriento atentado contra un cuartel en 1989, en el que murieron unas 30 personas.
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