Christopher Cross: "Me siento mejor músico que hace 15 años"

Christopher Cross, el hombre que ganó cinco grammys y un oscar en sólo un año, 1981, está de gira por España, feliz de haber dejado atrás las presiones de la industria discográfica para que repitiera sus primeros éxitos y de hacer la música que le enorgullece. El autor de Ride like the wind, el gran himno pop de los ochenta, ha actuado por primera vez en España. Madrid, Valencia y Mallorca han sido los escenarios de la semana pasada. Ayer lo hizo en Vitoria y hoy lo hará en Barcelona.

Dos niños rubitos miran por la ventana desde el interior de una vieja casita de madera. Es la imagen del sexto álbum de Christopher Geppert, apellido original de Cross, quien parece haber abandonado a su mascota de la suerte, el flamenco que distinguía sus portadas: "Son mis hijos Rain y Madison cuyos ojos inocentes miran, no tristes sino preocupados, el mundo exterior. En cierto modo reflejo en ellos mi preocupación por su futuro en este mundo incierto, cada vez más arduo y cruento".Cross, de. San Antonio, Texas, cumple 44 años el próximo miércoles. Hace 30 lucía unas largas melenas como líder de Flash, su banda de heavy metal, y tocaba bajo la influencia de Jeff Beck, Eric Clapton y del Bill Gibbons anterior a ZZ Top: "Ahora me siento mejor músico, mejor guitarrista, que hace 15 años, y en mi nuevo disco recupero cierto sonido duro en mis solos".

Cross sueña con cantar y componer algún día junto a su admirada su ídolo Joni Mitchell: "Es una genia, mi mayor influencia. Ella, como Randy Newman o Leonard Cohen son artistas incomparables que se ganan el respeto de los verdaderos aficionados y de los especialistas, mientras Madonna vende mucho, es muy famosa, pero es sólo una artista divertida sin dimensión musical. A veces las obras de los grandes artistas no tienen éxito sencillamente porque su música es demasiado inteligente y parece aburrir a la mayor parte de la gente. Una de las pocas excepciones al respecto es Sting, capaz de grabar discos inteligentes, profundos y de hacerse famoso con ellos".

Guiños a su éxito

El autor de Sailing y del tema central del filme Arthur, el soltero de oro- o de la serie televisiva Hospital General se siente orgulloso de su anécdota con otro artista que considera privilegiado: Frank Zappa me llamó un día para que fuera a Nueva York a tocar en un concierto suyo. Yo no podía acudir porque tenía que actuar en Japón, y a las dos o tres semanas recibí una cinta suya del concierto neoyorquino en el que hacía una versión de Ride like the wind. Para mí es un gran honor".

Precisamente en un tema, Wishing well, de su nuevo álbum, Cross hace un ligero guiño humorístico al famoso Riff de su máximo éxito, Ride like the wind. "La compañía discográfica siempre me insistía con lo mismo: 'Por qué no compones otro Ride like the wind y así será fácil hacer dinero'. Y yo siempre les he contestado que no sé cómo se hace eso de re]?etirse, que así son las canciones nuevas y así soy ahora como artista. Por eso incluí el guiño en Wishing well, como un modo de decir públicamente que ya no me preocupa nada conseguir exitazos, que es injusto que comparen siempre cada cosa nueva que hago con mis primeras canciones, que ya no me importa". A Cross no le disgusta la versión bailona y exitosa que hizo en 1991 East Side Beat y le parece muy mala la que grabó la banda dura Saxon.

Cross ya no se lamenta de la incomprensión que padece con la industria en Estados Unidos, donde su disco, Window, lo publicará un sello independiente. Sólo tiene buenas palabras para los japoneses que le han costeado toda la producción y para los alemanes que han acogido con entusiasmo el primer sencillo, Been there done that, que comienza con otra frase irónica: "Has visto mi cara. ¿No reconoces mi nombre? No hace mucho tuve mis 15 minutos de fama".