Rosas con denominación de origen
La Comunidad 'fabrica' con las universidades los prototipos de las flores que competirán con Holanda
,El vino de rioja, los espárragos de Navarra y, a partir de ahora, las flores de Madrid. La Consejería de Economía ha creado una denominación de origen, con su etiqueta correspondiente, para las flores producidas en la región que reúnan ciertas características técnicas. Los prototipos se fabricarán en el Complejo de Investigación de Flor Cortada de la finca pública El Encín, que surtió de rosas a Cataluña para celebrar Sant Jordi, y este verano lanzará sus alhelíes y botones de olor.
La etiqueta de denominación de origen es un rectángulo rojo con las siete estrellas de. la Comunidad y un estilizado clavel blanco sobre la leyenda "Flor de Madrid. Garantía de calidad". La concederá la consejería, que creará un consejo regulador con la participación de productores y minoristas, a aquellas flores que se produzcan en la región con métodos ecológicos y que reúnan unas características técnicas relativas a la variedad, el largo del tallo o su garantía sanitaria, y que se publicarán en breve en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.
Con esta medida, la consejería pretende convertir a los agricultores en floricultores e incitarlos a que comercialicen flores de más calidad para competir con Holanda, por ejemplo, ya que no pueden rivalizar con los precios de países como Colombia, donde la mano de obra es mucho más barata. La tarta a repartir es grande, porque los madrileños se gastan 17.000 millones de pesetas anuales en flores y ni el 1% se produce aquí, y los aventureros contarán con un centro de experimentación, El Encín, en el que nueve floricultores, asesorados por la Universidad de Alcalá, buscarán la forma más rentable y ecológica de fabricar en Madrid cada variedad. No serán los únicos, ya que la Comunidad ha invertido 56 millones de pesetas en crear un equipo de investigadores con el que colaboran la Complutense, que estudiará la producción de gerberas (margaritas gigantes) en un vivero de la Escuela de Agrónomos, y la Autónoma, que se encargará de indagar sobre fertilización e irrigación.
El complejo de El Encín empezó a funcionar hace dos años, y el productor de rosas que lo estrenó cortó el verano pasado los primeros centenares para enviar a las floristerías. Su responsable, Ana de Cuevas, es muy reacia a hablar de cifras, pero acaba confesando que están produciendo un millón de rosas anuales y sirven a un centenar de floristerías de la región, que pueden venderlas el mismo día que han sido cortadas. Incluso exporta a otras comunidades: el mayor pedido fue el de 40.000 rosas rojas para el día de Sant Jordi en Cataluña. "A ver qué pasa el año que viene, cuando lleven la etiqueta de denominación de origen Madrid", bromea.
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