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Alguien prendió fuego al Palacio de Exposiciones y Congresos

Jan Martínez Ahrens

El incendio que el pasado 15 de marzo devastó el interior del Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid fue intencionado. Ésta es la conclusión a la que han llegado los especialistas de la policía científica encargada del desescombro, según fuentes de la investigación. La principal prueba reside en los denominados "elementos aceleradores" del fuego -combustible- descubiertos bajo los escombros y que facilitaron la espectacular propagación de las llamas en uno de los foros supuestamente más seguros de España (en 1989 albergó la cumbre comunitaria y el 28 de mayo será de nuevo el centro de difusión de los resultados electorales). Las sospechas sobre la intencionalidad del siniestro, aunque silenciadas por los responsables de la seguridad del edificio -que explota el Ministerio de Comercio y Turismo-, surgieron el mismo día del incendio, según fuentes cercanas a la policía científica. Esta duda se basaba en la rapidez con que se propagaron las llamas, la elección de la hora -al final de la mañana, con el edificio casi vacío de funcionarios- y, sobre todo, en el hecho de que el moderno sistema antiincendios estuviese desconectado cuando se desató el fuego en el interior.

Ahora, una vez demostrada la intencionalidad, esos mismos factores que despertaron las sospechas vienen a indicar que la autoría del incendio correspondió a alguien que conoce al detalle el edificio y su funcionamiento, siempre según fuentes cercanas a la investigación.

La policía investiga a personas relacionadas con el palacio por el incendio intencionado

La policía, aunque no descarta en principio ninguna hipótesis -excepto la terrorista-, ha centrado sus pesquisas en personas relacionadas con el Palacio de Exposiciones y que tengan algún motivo laboral o económico de suficiente fuerza como para causar el desastre.

De hecho, el uso de los denominados "elementos aceleradores" -terminología que figura en el informe policial- y su introducción subrepticia en el edificio apunta a alguien que burló los controles de vigilancia o no fue sometido a ellos.

Siguiendo esta hipótesis, el incendiario, presumiblemente, también supo que el sistema de detección de fuego llevaba dos días inutilizado debido a la reparación de un elemento del dispositivo de alimentación eléctrica. Otro de los datos que han despertado las sospechas, especialmente entre los bomberos, ha sido el fuego que afectó este año a una puerta del despacho de un responsable -no especificado- del edificio. Este incidente, que no llegó a destruir la puerta, fue supuestamente intencionado. Aunque se desconoce su autoría, no se descarta la relación entre ambos siniestros. Un portavoz de la Secretaría General de Turismo afirmó desconocer este incidente.

El efecto del incendio fue devastador. Las llamas, según los informes de los servicios de extinción, avanzaron durante dos horas sin que nada las detectase. La primera alerta corrió a cargo de una telefonista que olió a quemado y vio salir humo del techo de la anteplanta. Eran las 14.50 En menos de media hora, y sin que los bomberos pudiesen evitarlo, el techo del escenario se derrumbó y uno de los auditorios acabó calcinado. También quedaron arrasadas cuatro plantas de oficinas -especialmente la tercera y la cuarta- de la fachada norte. En total, un 25% del palacio, cuya reconstrucción, pese a que tardará un año en completarse, ha permitido tener el centro dispuesto para acoger la noche electoral.

El fuego puso de relieve diferentes deficiencias en el edificio. Los estudios de los servicios municipales de extinción destacan la incompleta compartimentación y la falta de vestíbulos de independencia en las escaleras. Asimismo, salió a relucir el almacenamiento indebido de materiales debajo del auditorio y la inadecuada protección en la estructura metálica del edificio. Todo ello contribuyó, en opinión de los bomberos, a la propagación del fuego. Aunque no hubo víctimas, el día del incendio el palacio albergaba una multitudinaria convención de IBM y preparaba un recital del grupo Esclarecidos. El escenario de ambos actos resultó luego uno de los espacios más dañados.

El director del Palacio de Exposiciones declinó ayer efectuar ninguna declaración sobre el origen del incendio. La Secretaría General de Turismo, que explota el edificio, manifestó que aún no le ha sido facilitado el informe policial y que, por tanto, carece de información oficial al respecto. Este departamento tampoco ofreció tasación de los daños.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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