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Clinton propone dedicar 1.000 nuevos policías a luchar contra el terrorismo

Antonio Caño

El presidente norteamericano, Bill Clinton, con un liderazgo claramente revitalizado por su actuación tras el atentado de Oklahoma, propuso ayer a los principales dirigentes del Congreso contratar a 1.000 nuevos policías para luchar contra el terro rismo. Clinton convocó un encuentro en la Casa Blanca con los líderes parlamentarios, incluidas las máximas figuras republicanas, en medio de un intenso debate nacional sobre si los más extremistas críticos del Gobierno han creado el ambiente propicio para una acción como la de Oklahoma.

, El presidente de EE UU quiere aprovechar la conmoción causada por el bombazo de Oklahoma para sacar adelante una ley antiterrorista que da nuevos poderes a la policía, así como para defender su anterior legislación, que prohíbe ciertas armas de fuego y a la que hasta ahora se oponían los republicanos. La Casa Blanca difundió anoche que la propuesta de Clinton incluye dedicar aproximadamente 1.000 nuevos policías a la represión del terrorismo. Además, en casos muy especiales, el Ejército estaría autorizado a colaborar en la lucha contra el terrorismo.El panorama político norteamericano se ha visto considerablemente modificado como consecuencia de la explosión, que ya ha dejado cerca de un centenar de cadáveres y 150 desaparecidos. La popularidad del presidente ha subido seis puntos en una semana, y rebasa ya la cota del 50%, que pocas veces ha conocido a lo largo de su mandato.

El mensaje conservador, cuya similitud con el de las milicias paramilitares descubiertas en los últimos días es innegable, se ha visto silenciado. Y los principales dirigentes republicanos, el presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, y el líder del Senado, Robert Dole, han respaldado al presidente en su actuación reciente. "Ninguno ¿le nosotros debería hablar mientras se están rescatando los cadáveres", dijo ayer Dole. "No creo que podamos tolerar o apoyar de ninguna forma a gente que está promoviendo el asesinato de norteamericanos", declaró Gingrich.

Lo que los republicanos sí han hecho es advertir a Clinton que cese en sus críticas a ciertos medios de comunicación y que no trate de sacar provecho partidista de esta nueva situación. El presidente aseguró en un discurso pronunciado el miércoles que "éste no es un problema de partidos políticos, es un problema de filosofía política". "Si vemos abusos de la libertad de expresión en este país, tanto si proceden de la derecha como de la izquierda, tanto de los medios de comunicación como de personas que hablan por su cuenta, deberíamos levantarnos y decir 'No, no creemos en propagar la violencia, no creemos en propagar el odio y la división", afirmó.

Esa posición ha sido fuertemente contestada por los conductores de los programas de radio de gran audiencia, que se han convertido en un vehículo de promoción de las ideas ultraconservadoras. El más famoso de esos comentaristas, Rush Limbaugh, aseguró ayer que "no existe absolutamente ninguna conexión entre un grupo de locos y el conservadurismo", y pidió una reacción popular contra el presidente. "Cualquiera que esté tratando de utilizar Oklahoma con fines políticos debería ganarse las iras de la población", manifestó Limbaugh.

El sector que Limbaugh y esas emisoras de radio representan han advertido que el plan antiterrorista de Clinton, que le da al FBI derecho a escuchar conversaciones telefónicas y a investigar actividades privadas de sospechosos de promover el terrorismo, amenaza los principios constitucionales. Algunas organizaciones de derechos civiles se han quejado también de una legislación de esas características porque en su día podría ser utilizada indiscriminadamente. Varios comentaristas de los medios de comunicación de más prestigio han respaldado, sin embargo, a Clinton.

Esos medios están manejando con gran cuidado la información relativa a las implicaciones del atentado de Oklahoma, y sólo recogen de forma muy limitada, por ejemplo, las manifestaciones de los miembros de las milicias paramilitares, que están tratando de implicar al Ejército en sus actividades y que llegan a acusar a la Casa Blanca de la matanza.

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