Un veloz traslado del polo magnético
, Los marinos y los navegantes están acostumbradas a ver cómo las agujas de sus brújulas responden de forma fiable a la dirección, o polaridad, del campo magnético terrestre. Pero los estudios geológicos muestran que esta polaridad puede invertirse y que estos cambios de polo norte a polo sur y viceversa han sucedido en intervalos irregulares en una escala de centenares de miles de años a millones de años a lo largo de la historia: el último tuvo lugar hace unos 730.000 años.Nadie comprende cómo ocurren pero está claro que pueden darse de forma extremadamente rápida, como sugiere un informe publicado en la revista Nature (20 de abril de 1995) según el cual el polo magnético puede trasladarse hasta 6 grados diarios durante la inversión.
Los datos de Robert Coe, de la Universidad de California en Santa Cruz y Michel Prevot y Pierre Camps de la universidad francesa de Montpellier proceden de antiguos lechos de lava en las montañas Steen en Oregon (EE UU). Una erupción volcánica hace 16 millones de años arrojó lava justo en el momento en que se estaba produciendo una inversión magnética en el planeta. Al enfriarse la lava quedó registrada la dirección del campo magnético en los minerales naturalmente imantados.
Instantáneas
El enfriamiento, cuya velocidad puede medirse, dio lugar a una serie de instantáneas del cambio en la dirección del campo magnético en los pocos días que duró.
Las medidas. ahora realizadas confirman otras comunicadas hace un decenio y entonces acogidas con gran escepticismo. Dos de los autores de las primeras medidas -Coe y Prevot- se empeñaron en confirmarlas y así afirman haberlo logrado en su nuevo estudio. Sigue habiendo escépticos, entre ellos los que afirman que la magnetización registrada en la lava no es fiel ya que puede tratarse de. magnetización remanente: a veces el mineral se remagnetiza después de enfriarse posiblemente por una contaminación química. Tampoco aceptan los datos sobre la estructura de conductividad eléctrica del manto terrestre.
Un cambio magnético de este tipo en la actualidad representaría una catástrofe planetaria. Nada relacionado con la navegación funcionaría. Muchos colegas de los autores del artículo piensan que sigue siendo mejor aplicar el principio del asombro menor y no creerse estos datos perturbadores.
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