En ningún caso, por principio
EL CONGRESO de los Diputados votó ayer por, unanimidad la abolición del último supuesto en el que se contemplaba la pena de muerte en España: en caso de guerra. La importancia de esta decisión, que honra a toda la Cámara, está, ante todo, en su simbolismo. Afortunadamente, nada indica que hubiera podido aplicarse. Y además -y esto por desgracia-, en las guerras los códigos de este tipo suelen olvidarse con demasiada frecuencia en favor de prácticas mucho más explícitas, antijurídicas y crueles.Pero todos los representantes del pueblo español han dejado así patente el rechazo a cualquier, posibilidad, incluidas las más extremas, de permitir al Estado la decisión de quitarle la vida a un ciudadano. Nunca, en ningún caso. Porque la pena de muerte no. sólo es inhumana, ni siquiera es disuasoria.
Tras crímenes terroristas de magnitud como los habidos últimamente dentro y fuera de España, siempre surgen voces de venganza que exigen el retorno del verdugo. Por eso es de agradecer especialmente este gesto de todos y cada uno de los diputados de vetar para siempre de nuestras leyes ese remanente inhumano de la venganza que jamás es justicia.