Severas penas de prisión en Guinea para el opositor Moto y 11 militares y civiles

La sentencia fue severa, pero supuso un cierto respiro ayer en el banco de los acusados en el cine Marfil de Malabo, el local más amplio de la capital guineana, improvisado escenario del consejo de guerra contra el líder opositor Severo Moto, otros miembros de su partido y varios militares. Las dos penas de muerte reclamadas por el fiscal para el soldado Pedro Mesá Mbá y el teniente coronel Pedro Esono Michá se quedaron en 30 y 12 años de cárcel, respectivamente. Para Moto, presidente del Partido del Progreso (PP), la pena por "atentado contra el Estado y la forma de Gobierno" fue de 28 años de prisión. También quedó excluida la disolución del PP, reclamada por el fiscal.

El tribunal militar que juzgó de forma sumarísima una presunta conspiración para derribar al presidente guineano, Teodoro Obiang, estaba formado por familiares y colaboradores del dictador guineano. El tribunal dictó penas de prisión para los militares Federico Ona (23 años de prisión), Manuel Ensobo (12 años), Leoncio Esono (12 años), Antonio Nvó (12 años) y Eulogio Endong (6 meses), y los miembros del PP Agapito Ona (20 años), Pablo Endong (20 años), Norberto Nkulu (14 años) y Salvador Bibán (huido, 9 años). Fue absuelto el soldado Jacinto Nvá. La dureza de la sentencia contrasta con la descarada lenidad de las penas de otros dos consejos de guerra contra dos agentes de policía, que se quisieron hacer coincidir con el enjuiciamiento de la oposición para demostrar así la presunta ecuanimidad del régimen. El célebre comisario, guardaespaldas de Obiang y torturador Cayo Ondó Mbá, acusado de haber atropellado con su automóvil a un campesino y de haber devorado ritualmente su cerebro y sus testículos fue condenado a 2 años de prisión y 4 meses de prisión, "aunque sigue libre por Malabo y lo más probable es que siga libre", según fuentes de la oposición guineana. El también policía Camilo Ndong, acusado de matar a un campesino bubi, fue absuelto.

La Asociación para la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial (Asodegue) valoró la mejor parte de la sentencia: la ausencia de penas capitales y la no disolución del PP. Para Asodegue eso significa que el régimen deja un margen para el diálogo, aunque espera que el Gobierno español siga presionando para conseguir la clemencia de Obiang hacia Moto y recuperar así el diálogo democrático.

Armengol Engonga, vicepresidente del PP residente en Madrid, moderó ayer notablemente su discurso. Aunque Engonga interpretó las penas como "desproporcionadas", subrayó su confianza en "la magnanimidad del presidente Obiang". Engonga destacó que su partido siga formando parte del espectro legal, felicitó por ello al Gobierno guineano y mostró su disposición a tomar parte activa en las próximas elecciones democráticas. La esposa de Moto, Margarita Equi, por su parte, consideró la sentencia de 28 años como mucho tiempo para un hombre de 51 años".

Desde Malabo, fuentes de la oposición cargaron las tintas sobre una sentencia que les tan inaceptable como el propio juicio, ya que está basada únicamente en un intercambio de cartas en las que Moto intentaba conocer la actitud de algunos militares hacia el cambio democrático". "No creo que se pueda decir que la sentencia es suave", asegura un representante de la Plataforma de Oposición Conjunta (POC). "Retiraron las sentencias de muerte porque no querían empeorar su imagen internacional y no incluyeron la disolución del PP porque el tribunal militar no tenía esa capacidad jurídica".