Vicente Soto canta a Bergamín
Cantata flamenca sobre textos de José Bergamín, subtitulan Pedro Atienza (adaptador y director) y Vicente Soto este concierto en que versos del poeta son con vertidos en coplas del cante. Al margen la impropiedad de tal calificación —la cantata es una composición poética de una cierta amplitud expresa realizada para ser cantada—, poemas diversos de Bergamín son trasladados a distintos estilos jondos convertidos en cantes que, de entrada, cuentan con la belleza de la poesía bergaminiana
Las adaptaciones están bien resueltas, pues sabida es la dificultad que entraña siempre acoplar la poesía culta al cante, salvo en alguna rara ocasión en que se adivinan violencias menores.
Oportunidad de oro para Vicente Soro, quien la aprovecha con autoridad y entrega absoluta. Es una de las ocasiones en que le hemos oído cantar mejor, entendiendo lo que de él se espera, sin desmelenarse ni buscar recursos efectistas. Hubo géneros en los que estuvo sobresaliente: soleares, alegrías, bulerías, tientos... La tentación efectista la tuvo Paco Cepero en algunos momentos, muchos menos de los habituales en él, quien justamente en los de un mayor entrañamiento e intimidad con el toque estuvo sensible, delicado, emotivo y dio fe de su clase excepcional.
Las horas muertas
Fischer. Solistas: T. Takacs, mezzosoprano; K. Kovats, bajo; J. Jando, pianista. Coro de la Comunidad de Madrid. Director: M. Groba. Auditorio Nacional.Madrid, 20 y 21 de abril.
Cante: Vicente Soto, con Paco Cepero, Montoyita y José Soto (guitarras), Valentín Álvarez (flauta), José Cortina (teclados), Jesús Arispont (bajo), Nono Carmona (percusión), La Cloti (recitadora / bailaora)
Teatro Albéniz. Madrid, hasta el 23 de abril.
Por otra parte, el mismo escenario ha conocido un ciclo sobre flamenco y jazz, con una noche de los maestros a cargo de Rafael Riqueni y Pedro Iturralde Quinteto, con obras de Sabicas, Niño Ricardo y Esteban tres maestros de la guitarra flamenca de otros tiempos.
Rafael Riqueni, maestro de hoy, hace una obra sensible, hermosa, llena de sugestiones. Se atiene fielmente a la música que dejaron para la historia esos maestros, a quienes por el solo hecho de elegirlos declara ya explícitamente su devoción, pero en las versiones que nos da hay mucho del propio Riqueni, sin traicionarlos. Pedro Iturralde hizo un programa de clásicos de la música española. Otros maestros: Falla, Granados, Turma, la música popular de Lorca... Versiones hechas por un hombre del jazz y con len guaje jazzístico, otro sonido inédito y bellísimo.
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