Agricultores franceses destruyen 200 toneladas de fresón español en la autopista de Narbona

X. VIDAL-FOLCH BruselasLos agricultores franceses han vuelto a la carga contra los productos españoles. En la noche del jueves al viernes, un piquete de agricultores galos volcó y destruyó el cargamento de 200 toneladas de fresones de Huelva cargados en camiones interceptados a la salida de Narbona-Este de la autopista A-9, al sur de Francia. Los agricultores franceses responsabilizan de la acción al sector más radical, agrupado en torno a la Coordinadora Rural. Los españoles exigen mano dura al Gobierno español. Ambas partes coinciden en responsabilizar a la Comisión Europea por no haber tomado medidas que, permitan mantener las exportaciones, españolas sin que éstas se traduzcan en un hundimiento de los precios del fresón francés.

Los incidentes comenzaron a las once de la noche del jueves, cuando un piquete de agricultores radicales procedentes de las localidades de Lot, Lot-et-Garonne y Dordonya, interceptó los camiones españoles -seis según la gendarmería francesa; nueve, de acuerdo con la versión de los productores de Huelva- en la salida de Narbona-Este de la autopista A-9.Nolcaron una parte del cargamento y rociaron el resto con gasolina para destruirlo.

Luego intentaron entrar en un almacén mayorista de la localidad de Colomier, donde se enfrentaron a los gendarmes. Tres policías y dos agricultores sufrieron heridas leves. Los agricultores atacaron también un camión con fruta española cerca de Toulouse.

Los gendarmes protegen desde anoche el mercado central de abastos de Perpiñán, el mercado de San Carlos, donde ayer se descargaron con normalidad -aunque bajo protección policial400 toneladas de fresa española. Los transportistas españoles viajaron ayer por las carreteras francesas, a pesar de los consejos en sentido contrario del Gobierno Civil de Girona.

El Gobierno español confía en que la. Comisión Europea abra expediente a Francia por estos incidentes. Así lo afirmó al término del Consejo de Ministros el titular de Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. España ha protestado formalmente ante la Unión Europea, y el embajador español en París trasladará también la protesta española al Gobierno francés.

El Gobierno francés pudo prever y evitar las agresiones, pero no lo hizo. Esta es la tesis que defendió ayer España ante la Comisión Europea. El embajador adjunto, Carlos Bastarreche, presentó al departamento de Agricultura, que encabeza el comisario austríaco Franz Fischler, algunas pruebas de que los incidentes eran cosa anunciada.

Una prueba escrita

Entre ellas destaca una circular impresa firmada por el secretario de la organización agraria FRSEA, Jean-Camille Besnard. El texto de Besnard, enviado a los directivos de las grandes su perficies comerciales con fecha 13 de abril, advertía que estarían "vigilantes los días y semanas próximos" sobre la aplicación de la preferencia de los productos regionales, franceses en los gran des comercios. Y acababa con un amenazador "sabremos, en su caso, actuar en consecuencia". Las autoridades francesas, que "debían conocer" estos preparativos de hostigamiento a los transportes de frutas españolas, "sin embargo, no han reaccionado", defendió la diplomacia española. De acuerdo con su tesis, estos incidentes son idénticos a los registrados en otras temporadas, y por los cuales España pidió el pasado junio la apertura de un procedimiento de infracción contra Francia, que la Comisión inició mediante una carta de emplazamiento.

Ante los nuevos incidentes, si la Comisión Europea coincide con España en su apreciación de que eran previsibles y, por tanto, Francia debería haber actuado cautelarmente, pasará del emplazamiento al dictamen motivado. En esta fase del procedimiento, el Estado afectado no tiene ya la posibilidad de negar el fondo de los hechos y se compromete a actuar. Es la última fase previa a lo contencioso, que llevaría el asunto al Tribunal de Justicia de Luxemburgo.