Vera y otros tres procesados en el 'caso GAL' niegan ante el juez Garzón todas las imputaciones
El ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, su ex secretario personal, Juan de Justo, y dos de sus hombres de confianza, el comisario Aníbal Machín y el coronel de la Guardia Civil Félix Hernando, mostraron ayer ante el juez Baltasar Garzón su disconformidad con el auto de procesamiento que les implica en el caso GAL. Los cuatro ratificaron sus declaraciones anteriores en las que niegan los hechos que les imputa. Sus respectivos abogados anunciaron que recurrirán. Vera, según los letrados, presentaba un aspecto "muy entero y saludable".
La declaración indagatoria, una diligencia de mero trámite en la que el juez pregunta al procesado si a la vista del auto de procesamiento reconoce como ciertos los hechos, si se ratifica en sus declaraciones o si quiere hacer alguna nueva, quedó liquidada en apenas media hora. Los cuatro procesados se limitaron a cumplir el ritual de negar los hechos y ratificarse en sus testimonios anteriores sin hacer ninguno nuevo.Rafael Vera, el único de estos cuatro procesados que sigue en prisión provisional, llegó a la Audiencia Nacional a bordo de un Fiat Tipo azul escoltado por otros dos vehículos policiales. El abogado Manuel Murillo, defensor del comisario Aníbal Machín, dijo que había encontrado a Vera "muy entero", aunque "con la tristeza propia de quien se encuentra en prisión". Vera contó a este abogado que hace gimnasia a diario para mantenerse en forma.
El ex secretario de Estado para la Seguridad ha sido procesado por el juez por cuatro presuntos delitos monetarios, tres delitos de malversación y como cooperador en un delito de detención ilegal, el secuestro de Segundo Marey. Según el letrado Manuel Murillo, los hechos que se imputan a Vera son "desproporcionados" ya que de lo más que se le podría acusar es de "una autorización indebida de fondos reservados".
En el antedespacho del juez Garzón, Vera coincidió con su ex secretario personal, Juan de Justo, y le transmitió su alegría por su puesta en libertad. De Justo, procesado por presuntos delitos de malversación continuada, salió de prisión la noche del martes tras depositar el PSOE su fianza de 25 millones de pesetas.
El abogado Manuel Murillo razonó que los hechos descritos en el auto de Garzón no constituyen delito por parte de su cliente Aníbal Machín, ya que éste sólo obedeció órdenes de sus superiores para viajar a Suiza "sin tener capacidad de discernir si la utilización de fondos reservados era o no la correcta".
El letrado Jorge Manrique, abogado de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez, que comparecerán hoy ante Garzón, anunció que no recurrirá el auto de procesamiento en el que se acusa a los dos arrepentidos de pertenencia a banda armada, detención ilegal y malversación de caudales. Según Manrique, algunos de los hechos ya han sido juzgados, otros podrían haber prescrito y otros "eran esperables porque ellos mismos se han autoinculpado con sus declaraciones".
El abogado José María Stampa Braun, defensor de Julián Sancristóbal, se quejó de que hay "un clima jurídico, social y político muy especial para enjuiciar el caso GAL. "Estamos en una vía de confusionismo y falta de seguridad jurídica que ha llevado incluso a hacer creer a la ciudadanía que es mejor que no enjuicie el Tribunal Supremo", añadió.
En contraste con ellos, el abogado de la acusación popular, José Luis Galán, afirmó que el auto de Garzón "está muy trabajado, es muy garantista y está muy fundamentado".
