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Reportaje:

Trabajo: o nada o demasiado

El estrés producido por el trabajo, uno de los grandes males de los noventa

David Black se dio cuenta de que algo iba mal cuando empezó a temer que si volvía del trabajo a casa en metro podría tirarse delante del tren. Black, catedrático de la Universidad de Londres, es autor. de seis libros, 50 artículos y 20 ponencias publicadas; lleva 20 años trabajando en la universidad sin faltar un solo día por enfermedad. ¿Qué le había pasado para que llegase al borde del, suicidio?La razón está en la metamorfosis de su trabajo. Como miles de personas en el supereficiente y altamente productivo mundo de los años noventa, a Black se le pedía que hiciera el trabajo de dos o tres miembros de la plantilla por el mismo dinero, sin apoyo adicional ni especial agradecimiento -un fenómeno que él llama la "intensificación del trabajo"-

En otros lugares se ha descrito como la fórmula 2-3-2: la mitad de la gente hace ahora el triple de trabajo por el doble del salario, o ni siquiera eso. Incluso allí donde el sueldo ha subido al ritmo de la carga laboral, no está claro que el precio merezca la pena.

Si el exceso de personal era la enfermedad de los setenta, el exceso de trabajo es el mal de los noventa. Mientras que mucha gente se desespera por no encontrar trabajo, muchos profesionales de los sectores público y privado simplemente no pueden con todo y, como Black, se hunden.

Black, que tiene 55 años, dice que su crisis se desarrolló lentamente: "Hasta mediados de 1992, estuve haciendo una investigación extraordinariamente creativa, mientras que en los últimos dos años he hecho unas cuantas cosas buenas, pero han sido pocas". "Me despertaba entre las dos y las tres de la madrugada, y, preocupado por algún detalle administrativo trivial, no dejaba de darle vueltas a la cabeza hasta que [el problema] adquiría proporciones descomunales". "En enero del año pasado llegué a una fase en que pensé que podría retirarme al año siguiente o al cabo de dos años, hasta que llegó un punto en que estuve verdaderamente muy enfermo

Finalmente, su mujer le convenció para que fuera al médico. "Algunos de mis síntomas eran una sensación de estar agobiado de trabajo, falta de amor propio, la impresión de que los mejores días de mi vida ya habían pasado, hipersensibilidad ante las críticas, especialmente las de mi familia, y una sensación de desesperación".

Le mandaron a un especialista en psiquiatría y le recetaron medicamentos antidepresivos. "Llevo de baja desde hace un año y ahora estoy intentando conseguir la jubilación anticipada por enfermedad".

Marilyn Davidson, profesora de Psicología de la Organización en la Escuela de Dirección de Empresas de Manchester, afirma que Ias personas ambiciosas son a menudo muy eficaces y son castigadas por su eficiencia. La gente tiene que aprender a decir no y a explicar por qué. Muy a menudo sus jefes no tienen ni idea de la cantidad de trabajo que encargan".

Paul Gregg, ex investigador en el Intituto Nacional de Investigación Económica y Social del Reino Unido, atribuye el mayor número de horas al aumento de la desigualdad salarial y al miedo al desempleo. Las oportunidades de ganar dinero aumentaron, y con ellas, los castigos por caerse de la escalera. Añade: "La gente trabaja más horas para asegurarse de que está entre los ganadores".

El ensayista del siglo XIX Thomas Carlyle afirmaba que el trabajo era "la gran cura de todas las enfermedades y miserias que siempre asaltaron a la humanidad", pero ¿habría dicho lo mismo si hubiera vivido en la edad de los desayunos de trabajo, del teléfono móvil, del correo electrónico y del aparato de fax? Muchos de los nuevos métodos de comunicación han acelerado el ritmo de la toma de decisiones al exigir una respuesta inmediata.

[Un estudio de la Organización Mundial de la Salud realizado en 14 países muestra que los trastornos psíquicos, como la depresión y la ansiedad, provocan mayor absentismo laboral que los físicos. Un estudio de la organización británica científica Arise entre 5.000 trabajadores de 16 países, presentado recientemente en Madrid, concluye que el trabajo es la principal causa del estrés de la población en general].

Howard Kahn, profesor de Psicología de la Organización en la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo, predice una "explosión de estrés" en los próximos años, porque muchas empresas han despedido a demasiados empleados. Y afirma: "Los ataques al corazón aumentarán. La gente se toma menos tiempo libre, hace menos ejercicio y pasa menos tiempo con su familia. Las personas trabajan demasiado porque hay más competencia y menos posibilidades de ascenso".

Stephen Palmer, un psicólogo que dirige el Centro para el Control del Estrés, al sureste de Londres, cree que la actitud hacia el trabajo es fundamental: "La gente tiene que aprender a pensar de una forma más realista. Muchos de los que padecen estrés son perfeccionistas. Se exigen demasiado a sí mismos y a los demás".

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