Arzalluz sorprende en el Aberri Eguna al defender que la Guardia Civil siga en Euskadi

Xabier Arzalluz sorprendió ayer en el Aberri Eguna (Día de la Patria) a tirios y troyanos. Los que esperaban un discurso bronco contra el Estado y la Guardia Civil se quedaron de piedra en Irún (Guipúzcoa) al oír del predente del PNV que intentar echar de Euskadi al instituto armado "sería tanto como atacar al estatuto de autonomía". Arzalluz aseguró a su público que "no somos jueces de Galindo" [coronel al mando del cuartel guipuzcoano de Intxaurrondo], pero les exigió a él y a los responsables de la lucha antiterrorista que "asuman sus responsabilidades" por la guerra sucia contra ETA.

Mesurado aunque implacable en algunos de sus juicios, Arzalluz atacó con la misma dureza a los que niegan el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco (PP y PSE-EE) como a los que pistola en mano pretenden conducir por la fuerza a Euskadi hacia la independencia. "Por la fuerza, nada, ni la independencia", subrayó entre los aplausos de los centenares de militantes que acudieron al frontón Uranzu de Irún.Por la tarde, en Bilbao, Arzalluz retomó el doble argumento señalando que "ni la Constitución ni las bayonetas van a impedir que se construya nuestro pueblo" y arremetiendo contra los violentos "que quieren coger a este pueblo por el cuello, por la fuerza, y meterlo donde ellos quieran".

La defensa de la autodeterminación centró sus discursos. La desconfianza ante los "socialistas de Madrid" por su "racanería" a la hora de desarrollar íntegramente el Estatuto de Gernika se tomó acusación hacia el líder de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui.

Arzalluz le preguntó a Jáuregui si cree o no que existe un pueblo vasco, y le tranquilizó definiendo vagamente la autodeterminación como una "elección a través de una voluntad colectiva". Pero a renglón seguido rechazó que el pueblo vasco se haya autodeterminado 22 veces, como apunta Jáuregui en alusión a las numerosas convocatorias electorales tras la caída del dictador. Todo eso, según Arzalluz, sólo son "camelos".

El líder del PNV seguía el guión de la mesura al pie de la letra. Pero topó con la Guardia Civil. "Nosotros no somos jueces de Galindo", dijo, y acusó a algunos medios de comunicación de querer "tapar" al coronel diciendo que lo que pretende el PNV "es echar a la Guardia Civil de aquí".

Arzalluz relacionó la presencia de los miembros del instituto armado en Euskadi con las competencias reconocidas en el estatuto a la Guardia Civil para tachar de "idiotez" el pretender echar "a los mangas verdes" de Euskadi. "Ni Atutxa tiene más competencias que las que tiene, ni Galindo que las que están reflejadas en el Estatuto", tronó. "La Guardia Civil tiene, en la situación jurídica actual, refrendada por nosotros, la misión de controlar armas y explosivos, guardar fronteras, aguas de jurisdicción del Estado, puertos y aeropuertos. Esa es su función, y ninguno podremos quitársela, porque sería atacar al estatuto. Lo demás son manipulaciones".

Arzalluz evitó enjuiciar a Galindo y prefirió dar credibilidad a las declaraciones del teniente coronel del instituto armado Llull Catalá, destinado en el cuartel bilbaíno de La Salve durante la primera época de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL).

"He leído algunas cosas que me han interesado mucho, sobre todo las declaraciones del que fue teniente coronel en Bilbao, el señor Llull", señaló el líder peneuvista, "que declara nada menos que sus superiores le quisieron forzar a entrar en los GAU. La afirmación de Llull "es muy fuerte viniendo de un guardia civil de cuya honestidad sabíamos hace muchos años", agregó. Arzalluz pidió que, de un lado, los responsables de Intxaurrondo en Madrid, y por otro, el propio Galindo, "empiecen a asumir responsabilidades ante estas acusaciones".Críticas de EA

"El tiempo nos está dando la razón", aseguró ayer por su parte el líder de Eusko Alkartasuna (EA), Carlos Garaikoetxea, en la celebración del Aberri Eguna que este partido realizó en Pamplona y al que asistieron unas 2.000 personas, informa Mikel Muez.Garaikoetxea aludía a la creciente presencia en el vocabulario político vasco de conceptos defendidos "con claro afán de oportunismo preelectoral" por partidos como el PNV, y que EA sostiene desde su nacimiento hace siete años, según el ex lehendakari, como el derecho de autodeterminación o la necesidad del diálogo para la pacificación de Euskadi.

Garaikoetxea tuvo duras palabras para PSE y PP, a los que acusó de querer "criminalizar las ideas nacionalistas que EA defiende". También acusó a ETA de incoherencia cuando apela a la voluntad mayoritaria de los vascos, "voluntad que ellos no respetan".

Tanto Garaikoetxea como Inaxio Oliveri, secretario general de EA, dijeron que "no existe un solo ideal que justifique la vulneración de ningún derecho humano".