Los despidos del liberalismo
El liberalismo en lo económico, aplicado con excesiva brusquedad y sin un adecuado programa de asistencia social, según los críticos de Fujimori, cerró las empresas más débiles, facilitó los contratos temporales y levantó en armas a los miles de empleados públicos despedidos por la reducción del gasto público.En la calle invierten en un tenderete o imaginan para subsistir. Votan a la oposición. "Javier Pérez de Cuéllar es el único que nos puede salvar de esta miseria en que nos ha metido Fujimori", declara a gritos Felipe Talavera, de 42 años, víctima de la intervención de una entidad financiera fraudulenta.
Termina el controvertido mandato del ingeniero con éxitos macroeconómicos, un alivio por los golpes asestados a Sendero Luminoso, una significativa ampliación de la galaxia de vendedores ambulantes y taxistas y unas cifras de desempleo apabullantes. El 60%, según algunas fuentes.
Talavera es uno de los más vociferantes adictos del ilustre diplomático, de 75 años, en un mitin de arrabal. "Quiero un trabajo. No quiero que nadie me regale un kilo de azúcar". Al citarle los logros esgrimidos por Fujimori salta al cuello: "Mire, mi querido amigo, por acabar con el terrorismo estamos regalando nuestro territorio a Ecuador. Hemos perdido la guerra. Y además, las cosas que se han conseguido en la economía se han hecho a base de despidos, de miserias". Su pliego de cargos termina con los propios: "Las madres no tienen qué cocinar y los padres hemos dejado de enviar a los hijos al colegio porque no contamos conmedios. ¿Qué puedo ha cer con los 132 soles miserables [8.000 pesetas] al mes que me paga este Gobierno?".
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