Los ecologistas exigen que vayan a la escuela los cazadores madrileños
Los 70.000 aficionados madrileños a las prácticas cinegéticas tendrán que hincar los codos antes de apretar el gatillo en la región si los ecologistas consiguen que se imponga el examen del cazador. Las asociaciones ecologistas madrileñas han remitido, al Gobierno autónomo una propuesta de decreto por el que se obligaría a todos los cazadores a demostrar que poseen conocimientos básicos sobre especies animales, tipos de armas, normativas vigentes y métodos de caza antes de salir a los cotos madrileños.
Este examen ya está implantado en el País Vasco, Asturias y Navarra. Pero Madrid tendrá que esperar hasta la próxima legislatura, pues la actual finalizó el pasado jueves.Según Luis Calderón, miembro del grupo ecologista Eliomys -una asociación de Leganés que pide el examen bajo los auspicios de la Coda, la federación de los ecologistas españoles-, con este cursillo específico para cazadores y el correspondiente examen se evitarían muchos de los accidentes mortales causados por el, manejo indebido de las armas de fuego. En la Coda calculan que cada año mueren en España alrededor de 20 personas por accidente de caza.
También argumentan que la medida reduciría el riesgo para las especies protegidas. "No es raro que entre los cazadores haya algún escopetero que dispara contra todo lo que se mueve", argumentan. El último ejemplo sangrante: el 31 de julio del año pasado murió un lince ibérico, uno de los felidos más amenazados del mundo, abatido por un tirador de gatillo fácil cerca de Doñana. Y ya en la región, varios ejemplares de águila imperial (la joya de la avifauna española) han recibido una dosis de plomo letal en los últimos años.
Theo Oberhuber, secretario general de la Coda, argumenta que la inexistencia del examen "viola claramente" el contenido de la Ley 4 / 1989 de Conservación de la Naturaleza, que especifica textualmente la obligatoriedad del control.La Federación Madrileña de Caza está de acuerdo con esta evaluación, pero sólo acepta que pasen por las aulas y padezcan el control los nuevos venadores. "Los tiradores veteranos ya han demostrado que saben cazar", argumenta. Javier Álvarez Cabana, presidente de la organización, que agrupa a los 9.000 federados madrileños y defiende los intereses de los 70.000 cazadores de la región. "No consentiremos que pase semejante control un cazador de 70 años, que lleva medio siglo con la escopeta al hombro y que se conoce el monte como la palma de su mano, porque puede que no sepa ni leer ni escribir".
Veteranos, no
Por su parte, la Federación Española de Caza (432.000 federados y casi 1,5 millones de licencias) asegura que lleva exigiendo la prueba al Icona des de que se aprobó la ley mencionada, pero ahora las competencias están transferidas a las comunidades autónomas.
"Además de los novatos, también queremos que se examinen aquellos sobre los que pesa una sanción firme por cual quier tipo de infracción a la Ley de Caza", añade Ángel Gracia, su secretario general.
Ante estos argumentos, los ecologistas esgrimen que la evaluación la tienen que sufrir todos los cazadores madrileños "por el principio de igualdad", aunque piden que se les den licencias provisionales hasta que puedan examinarse.Uno de los mayores problemas para implantar el examen cinegético es que cada comunidad autónoma tiene sus propias normas,. especies protegidas, periodos de veda y artes permitidas. Así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid está prohibido durante todo el año disparar contra las aves acuáticas, mientras que en todas las provincias limítrofes hay periodos letales para estas piezas. La Agencia del Medio Ambiente (AMA) regional, que concedió 44.546 licencias en 1994 para cazar en la Comunidad y recaudó 43 millones de pesetas por este concepto, no tiene previsto implantar la prueba a corto plazo.
"Dado que muchos madrileños van a otras regiones a cazar, es deseable que las pruebas sean similares para que los permisos sean, en esencia, homologables", argumenta Arturo Gonzalo, director de la AMA.
Los disparos de cazadores se oyen por el 95% de la superficie rural de la Comunidad de Madrid. De las 800.000 hectáreas de la Comunidad, el 67% (536.705 hectáreas) corresponde a cotos privados de caza, 780 en total. Se calcula que la caza mueve en Madrid alrededor del 1.500 millones anuales.
Para la temporada 1 9841985 se autorizó la muerte de 418.084 animales, entre los que destacan 216.675 conejos, 47.005 palomas y 41.242 perdices. Dentro de la caza mayor, 425 jabalíes, 499 ciervos, 379 gamos, 120 millones, 6 corzos y hasta 715 zorros también podrán ser abatidos legalmente.
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