Música de fondo
A la hora de enfrentarse con la biografía cinematográfica de Ludvig van Beethoven, el entre nosotros desconocido realizador británico Bernard Rose, autor de otros tres largometrajes y de diferentes trabajos para televisión y vídeo, ha elegido dos puntos de partida tan diferentes como ambiciosos, pero no ha sabido aprovecharlos.Por un lado se ha apropiado de estructura narrativa de Ciudadano Kane, la película de Orson Welles, con su renovadora fórmula de sucesivas vueltas hacia atrás. Ahora no es un periodista quien trata de descubrir la compleja personalidad de Kane, sino su fiel colaborador y amigo Anton Schindler quien busca e interroga a diferentes personajes, generalmente mujeres, para encontrar a la heredera del gran músico, a su "amor mortal' .
Inmortal beloved
Director y gruionista: Bernard Rose.Fotografía: Peter Suchitzky. Música: Ludwig van Beethoven. Reino Unido,1994. Intérpretes: Gary Oldman, Isabella Rossellini, Jeroen Drabbe, Johanna Ker Valria Golino. Estreno en Madrid: Rialto, Paz, Ideal (versión subtitulada).
Por otro lado, ha tratado de tar el olelirante estilo visual de u compatriota Ken Russell para alizar las biografilas de grandesmúsicos que firma durante la primera mitad de los años setenta. La única diferencia estriba en que, en lugar de aplicarla correctamente a las biografías de Chaikovski, Maliler o Listz, lo aplica equivocadamente a la de Beethoven.
Por desgracia, el ambicioso planteamiento nada tiene que ver con el pobre resultado de Amor inmortaL Esta gran producción se escapa por completo de las manos de Rose. No logra que funcione su intriga dramática (da igual cuál de las muchas mujeres de Beethoven sea su "amor inmortal"), ni tampoco consigue el menor equivalente entre la música y sus imágenes.
La película sólo se mantiene por la cuidada ambientación, gracias al rodaje en interiores y exteriores naturales en la República Checa, que sustituye a la Viena de principios del XIX, el amplio presupuesto y el magnífico vestuario, pero estos elementos han sido desaprovechados.
La falta de habilidad del guionista y director Bemard Rose para dar consistencia dramática a su relato y los excesos del protagonista Gary Oldinan, que envejece y muere a fuerza de maquillaje mientras no pasa el tiempo por los otros personajes, convierten a Beethoven en un pesado mujeniego histriónico sólo capaz de componer la repleta música de fondo de esta cara producción.
Babelia
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