CONFLICTO PESQUERO
Canadá volvió a ambientar ayer las negociaciones pesqueras con un acoso de madrugada a la flota española. Dos buques gallegos denunciaron un intento de agresión de patrulleras canadienses. Mientras, el Reino Unido volvía a desmarcarse de la solidaridad comunitaria, aunque los Quince aprobaron ayer una cuota de fletán de 18.630 toneladas para este año, que respalda la postura de España que rechazó la posibilidad de establecer una cuota para. Europa de 10.000 toneladas, tal y como se perfilaba en las negociaciones UE-Canadá. Unas 5.000 personas, en su inmensa mayoría procedentes de Vigo, se manifestaron ayer en Madrid ante la embajada de Canadá.
Canada advierte que "no esperará eternamente" un acuerdo con la UE
El Gobierno canadiense negó ayer que sus barcos se hubieran acercado con intenciones hostiles a los pesqueros españoles que faenan en los Grandes Bancos, aunque admitió que intentaron inspeccionar las condiciones de la pesca y advirtió que no esperará indefinidamente un acuerdo con la Unión Europea. "Ni hubo orden de cortar las redes ni de abordar los barcos españoles", aseguró el ministro de pesca de Canadá, Brian Tobin, al explicar el incidente que se había producido entre las nueve y las diez de la noche del miércoles en aguas internacionales frente a las- costas de Terranova.El propósito de las tres patrulleras canadienses que se, acercaron a los pesqueros, según Tobin, era comprobar de qué barcos se trataba, observar el tipo de pescado que estaban capturando e identificar las redes que utilizaban. Esa fue también la versión dada al embajador español en Ottawa, José Luis Pardos, por el viceministro canadiense para las Relaciones con Europa, Jean Pierre Jouneau. Pero éste llegó a admitir que las redes del pesquero Ozores podrían ha berse roto accidentalmente cuanto trató de escapar.
El Ministerio de Relaciones Exteriores canadiense convocó ayer a los embajadores de la UE, España, Alemania y el Reino Unido para explicarles su versión de los hechos y protestar por la reacción europea ante lo que Ottawa califica de "información absolutamente falsa suministrada por los pescadores". El embajador Pardos sostuvo que las patrulleras canadienses se habían aproximado a 90 metros de uno de los barcos y que esa distancia puede ser considerada acto hostil.
Aseguró que los seis barcos españoles recogieron la redes y abandonaron esas aguas precipitadamente al llegar los canadienses. Negó que este incidente haya sido provocado por Canadá para presionar en la negociación de Bruselas.
Unas horas antes del incidente, el segundo desde el inicio de la crisis, Tobin había advertido que Canadá tiene "un límite sobre cuánto tiempo podemos esperar a que el proceso de decisión de la Unión Europea concluya. Estamos dispuestos a esperar un cierto número de días, pero no esperaremos eternamente".
Tobin advirtió que si ese proceso no culmina en unos días, Canadá "hará lo que sea necesario para proteger los caladeros. Hemos demostrado que podemos hacerlo".
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