Firmado un acuerdo de protección sin aportar dinero

Hay muy buenas intenciones, pero nadie las respalda con dinero. Carmen Alborch, ministra de Cultura, y Jaime Lissavetzky, consejero del mismo ramo de la Comunidad, firmaron ayer dos convenios de colaboración para conservar el patrimonio histórico-artístico de la Comunidad de Madrid. Ambos se comprometen a actuar de forma coordinada para garantizar la conservación de edificios e iglesias de la región. Lo que no va a llegar con la firma de este convenio es la cantidad de dinero que se necesita para llevar a cabo esa labor. En ninguna de las cláusulas del documento se habla de aportaciones económicas.

Sí se especifica que, en el caso de las iglesias, la financiación de las obras correrá a cargo de la Iglesia y, subsidiariamente, será responsabilidad de la Comunidad y del ministerio.

Lissavetzky estimó ayer en 8.000 millones de pesetas la cantidad necesaria para la recuperación del patrimonio madrileño. "Con esa cantidad, nuestro patrimonio estaría en magnífico estado", dijo. La Administración autonómica ha aportado en los últimos cuatro años 4.000 millones de pesetas (mil por año) para estas tareas, según datos del consejero. El Ministerio de Cultura ha presupuestado 334 millones de pesetas este año para el mismo fin.

Uno de los convenios se refiere a la conservación del patrimonio inmueble, y otro, más específicamente, a la conservación del patrimonio catedralicio. En ambos se recoge una declaración de intenciones: realizar un inventario del patrimonio y un diagnóstico de su estado de conservación, estimar un presupuesto y ejecutar las actividades que requiere cada monumento. Lo que tampoco se ha concretado es en qué medida participará cada administración.

Hay 400 monumentos que dependen de la Comunidad. La iglesia de Santa María Magdalena de Getafe, la iglesia Magistral de Alcalá de Henares y la Colegiata de San Isidro son tres templos sobre los que se actuará este año, según Lissavetzky.