Comedia feminista de ejecutivo

El gran éxito de ventas de Cómo ser mujer y no morir en el intento, obliga a Carmen Rico-Godoy a escribir la segunda parte, Cómo ser infeliz y disfrutarlo, e incluso una ya bastante más alejada tercera entrega con otro personaje, pero en la misma línea, Cuernos de mujer. Al tiempo que el, productor Andrés Vicente Gómez las convierte en una trilogía de comedias de ejecutivos, pero con una amplia dosis de feminismo, en cuanto el punto de vista empleado siempre es el de una sufrida mujer, de muy desigual aceptación por el público.Dirigida la primera por la actriz Ana Belén, en 1991, y las dos siguientes por Enrique Urbizu, en 1993 y 1994, respectivamente, con los mismos títulos de los libros, el problema de la trilogía son los guiones. A pesar de haber colaborado en los tres la propia Carmen Rico-Godoy, en la segunda con José Luis García Sánchez y en esta tercera con Manuel Gutiérrez Aragón, no ha conseguido encontrar el equivalente cinematográfico al literario.

En Cuernos de mujer desaparece el aspecto fragmentario de las dos anteriores, la sucesión de episodios nunca engranados dramáticamente, pero al precio de que la historia llegue a ser prácticamente inexistente.

Desastres personales'

La anécdota de cómo la decoradora Ana se separa de su marido abogado, Miguel, narrada por ambos personajes hablando directamente a la cámara y a lo largo de una sucesión de vueltas hacia atrás, puede resumirse en la tradicional frase ,afortunada en el juego, desgraciada en la.vida". Dado que todo se limita a que cuantos más desastres personales le ocurren a Ana, más veces gana a la lotería, la ruleta o cualquier otro tipo de juego de azar.

Cuarta película protagonizada por María Barranco estrenada en lo que va de año, y primera en, la que aparece bien fotografiada, gracias a la habilidad de Juan Amorós, vuelve a mostrarla como una actriz limitada que se repite a sí misma. En gran parte porque le asignan el mismo Personaje no muy consistente, como el de esta decoradora que vive en el brillante y difuso Madrid de los ejecutivos de película española, a lo largo de una sucesión de pretendidas situaciones de comedia, pero que también podrían ser de tragedia.