Los zapatistas proponen negociar en la capital mexicana

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la guerrilla alzada en armas en el Estado mexicano de Chiapas en enero de 1994, propuso ayer que las conversaciones de paz con el Gobierno de Ernesto Zedillo se desarrollen en la capital del país. Cuatro posibles sedes y una agenda de cinco puntos constituyen la respuesta del grupo armado a las sugerencias del Ejecutivo, encaminadas a celebrar el diálogo en la Selva Lacandona, antiguo bastión zapatista. La "militarización" de este territorio del sureste del país, dice el EZLN, hace imposible el encuentro en Chiapas.La elección de la capital federal como sede de las negociaciones se le ha debido atragantar a los representantes del Gobierno, que no están dispuestos a que se repita lo ocurrido en febrero de 1994, cuando los primeros intentos de negociación, celebrados en la catedral de San Cristóbal de las Casas, se convirtieron en lan auténtico espectáculo de masas y en la plataforma de lanzamiento del subcomandante Marcos al estrellato mundial.

En esta ocasión, la lista de los lugares propuestos por el EZLN empieza con la Catedral metropolitana, sigue con la tradicional Basílica de Guadalupe y termina con la Universidad Nacional Autónoma de México y la sede de las Naciones Unidas.

"Las cuatro propuestas reúnen las condiciones de autonomía y neutralidad necesarias para el espacio físico del diálogo, puesto que la masiva presencia de las tropas federales ... impide un encuentro directo en Chiapas", afirma el comunicado zapatista, firmado por Marcos.

El Ejército mexicano entró en la Selva Lacandona el pasado 9 de febrero, obligando a los efectivos de la guerrilla a replegarse hacia el interior. Simultáneamente el Gobierno lanzó una iniciativa de diálogo cuyos detalles se discuten con intermediarios desde hace unas semanas.

En lo que se refiere a la agenda, el EZLN se remite al "pliego de demandas" de 36 puntos que constituyó la base de las frustradas negociaciones el pasado año. El mecanismo de discusión propuesto dista también mucho de los cauces discretos: los "temas políticos, sociales, culturales y económicos" se "ventilarán" tanto a nivel nacional como a nivel estatal con la participación de ONGs y movimientos sociales.

Otro punto de la agenda es lograr un acuerdo de reconciliación y la participación política del EZLN. Con este último punto los zapatistas abren el cauce a su incorporación a la vida política, sin determinar la fórmula.