Mas endeudamiento y contratacion directa

Juan José Lucas, actual presidente de Castilla y León, se confiesa heredero de los postulados que implantó en esta comunidad el líder del PP, José María Aznar, durante su gestión en el Gobierno autónomo entre 1987 y 1989. A juicio de la oposición y de otros colectivos sociales, han sido pocas las promesas cumplidas y menos las actuaciones desarrolladas en esta comunidad.Aznar aplicó en su programa 'de gobierno la supresión de consejerías, ya que fusionó Cultura y Bienestar Social, y Economía e Industria, pero el coste de la Administración autonómica creció en un 40%. El pacto de gobierno PP-CDS devolvió las cosas a su sitio, al crearse una consejería de Medio Ambiente, y posteriormente, en 1991, con la llegada de Juan José Lucas, separar Cultura y Bienestar Social.

Otro dato llamativo del Ejecutivo de José María Aznar fue que multiplicó por cuatro el endeudamiento de la comunidad, duplicó en dos años los gastos del área de Presidencia, y, según los datos del Tribunal de Cuentas, sólo invirtió una de cada dos pesetas presupuestadas para inversiones. Además, su modificación de la ley presupuestaria hizo más opaco el gasto.

El desarrollo de los postulados de Aznar ha servido en Castilla y León para que en los últimos cuatro años, según los presupuestos de la Junta, el endeudamiento crezca en un 70% y la gestión presupuestaria se vea marcada por la inversión de más de tres millones de pesetas diarios en gastos de publicidad.

Juan José Lucas, que en sus cuatro años de gestión ha llegado a batir el récord de contratación directa, según los informes de la Cámara de Contratistas y de los datos contratados en el Boletín Oficial de Castilla y León, ha elevado en la misma etapa el gasto corriente en 176.000 millones de pesetas, es decir, un 33% más.

La etapa de Aznar supuso en Castilla y León, también según la oposición parlamentaria, un gran aumento de la contratación de personal interino, con acusaciones continuadas de clientelismo. Las relaciones de Aznar con el Palamento regional no fueron especialmente intensas durante su mandato: incluyendo el debate de investidura, en este periodo sólo subió 90 minutos a la tribuna de oradores e intervino únicamente en el cierre de algún debate general cuando ya no había posibilidad de réplica de la oposición.

El dirigente del PP incluso rechazó las peticiones de la Cámara autonómica de crear comisiones de investigación. Por ejemplo, se opuso a la creación de la comisión investigadora de las ayudas a la minería, que actualmente se encuentra en el Tribunal Supremo.

Juan José Lucas tampoco se ha prodigado especialmente en sus intervenciones en la Cámara autónoma: en cuatro años se ha celebrado un solo debate sobre el estado de la región, y es permanentemente criticado por su silencio ante las preguntas e interpelaciones de la oposición.

El Gobierno de Lucas también ha sido reacio a las comisiones de investigación, se rechazaron las de contratación administrativa, función pública y la empresa pública Cristaloyd.

De las dos comisiones que se han creado, la primera, referida al caso de la Hispano-Textil de Béjar, dio lugar a un curioso incidente parlamentario. El PP se opuso a su creación el mismo día que se celebraba el debate sobre el estado de la nación del año pasado. Ante la evidente contradicción del discurso de Aznar en el Congreso y la negativa del PP en las Cortes regionales, la formación conservadora se vió obligada a rectificar y admitir la investigación.

En el segundo caso, la comisión sobre la empresa Biomédica se creó después de varias declaraciones en contra de responsables de la Junta y del PP. Finalmente se aceptó su creación, condicionada a que esa investigación se ampliara a la empresa Imaging, a la que se había concedido una ayuda con el informe favorable del Ministerio de Economía.

Ni durante el mandato de Aznar, ni en el Gobierno de coalición PP-CDS ni con el Ejecutivo de Juan José Lucas se ha puesto en marcha un registro público de patrimonio e intereses de los altos cargos de la Junta y de los procuradores del Parlamento regional. Respecto al régimen de incompatibilidades, la filosofía de José María Aznar le hizo nombrar consejero de Economía a Miguel Pérez Villar, ex asesor de la patronal minera leonesa. Pérez Villar concedió ayudas a empresas a las que con anterioridad había asesorado.