La sombra del cazagoles
En las puertas del Estadio Olímpico de Múnich podría muy bien colgar estos días un cartel con una oferta de recompensa: "¡Se busca cazagoles!". La sombra del cazagoles es alargada y no deja crecer a nadie que le llegue a la altura de las botas. El Bayern Múnich busca un delantero en punta y goleador para cubrir una posición maldita en el equipo. Nadie ha conseguido hacerse con el puesto de cazagoles en el Bayern desde que colgó las botas aquel gordito con una pinta impresentable para un futbolista, pero que metía goles hasta con esa parte donde la espalda pierde su honesto nombre. En 427 partidos de Bundesliga, Gerd Müller consiguió 365 goles para el Bayern. Con la selección alemana la productividad fue todavía más asombrosa: 68 goles en 62 partidos. No fue más veces internacional, porque en la final del Mundial de 1974 la Federación Alemana no invitó a las mujeres de los campeones mundiales al banquete y Müller, ofendido, nunca más volvió a la selección.Desde que se retiró hace casi 20 años la sombra de Müller se proyecta como una maldición por la pradera del Estadio Olímpico. El Bayern busca cazagoles. Entre los conocidos de la afición española que desfilaron por el puesto se encuentran: Hughes, que jugó en el Barcelona; Valencia, que lo hace ahora en el Atlético de Madrid, y Kostadinov, que vino del Deportivo. Del francés Papin, fichado al principio de temporada del Milán, ni se sabe si volverá a quedar en condiciones. El presidente del Bayern, el también insustituible Franz Beckenbauer, mostró días atrás interés en contratar a Hristo Stoichkov, pero este fichaje parece ahora casi imposible.
Entre pitos y flautas, el Bayern se ha metido en media docena de extranjeros y le sobran tres. Por recomendación del futuro entrenador Otto Rehhagel, el Bayern ha fichado ya para la próxima temporada dos centrocampistas: el internacional austriaco Andreas Herzog del Werder Bremen y el también internacional suizo Ciriaco Sforza del Kaiserslautern. Quedan en la cuerda floja Kostadinov y el suizo Alain Sutter, más la incógnita sobre la recuperación de Papin. Mientras tanto, la plaza de cazagoles sigue vacante.
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