Al hilo del pasado

Hay un viejo edificio en Velilla de San Antonio 3.342 habitantes), un antiguo colegio, cuyas ventanas suelen aparecer iluminadas en horas tan apropiadas como un sábado de madrugada o una noche de viernes. Puede que por allí esté María Dolores, una mujer de cara pecosa, médica de San Fernando de Henares, entregada a construir con lana de colores un cuadro de Kandinsky. O Marga, 27 años, relaciones públicas, una de las mujeres más jóvenes del grupo de 28 aprendizas de la técnica del alto lizo o técnica clásica.Muchas de ellas se sientan ante los telares verticales a cualquier hora, fuera de las dos tardes a la semana en las que les enseña María José Garrido, su profesora. "Es una labor creativa bellísima", dice la doctora mientras coloca una plantilla en el telar, "para mí es hermoso hacer algo con las manos. Y luego ninguna tenemos nada que ver con las otras, pero todas estamos de buen humor. Yo llego y los problemas los aparco en la puerta".

El arte al que estas mujeres están enganchadas consiste en señalar con tinta china sobre la trama de algodón de un telar vertical el contorno del. dibujo deseado; montar lana de diferentes colores en trozos de madera llamados canillas e, hilo a hilo, construir un picasso o un mondrian, que hay modelos para todos los gustos.

En el local, rebosante de telares, se masca el buen humor y se forman los corrillos alrededor de una bolsa de patatas: allí está Mari Carmen, una recién licenciada en Políticas de 25 años, de palique con Dolores, una señora de hermosos ojos azules recién jubilada de Telefónica, a quien le dieron un auténtico alegrón cuando, después de tres años esperando, le dijeron que podría aprender a tejer. La lista de espera del taller se resuelve con sorteos.

"Aquí celebrarnos cumpleaños, cenamos juntas por Semana Santa y por Navidad..." cuenta Marga, de 27 años, una de las más veteranas. Se han constituido en la Asociación de Mujeres Alto, Lizo Jarama, y exponen sus trabajos -todos para colgar en la pared- por los pueblos de la zona: Arganda, Loeches, Mejorada del Campo...

Una casualidad hizo que la profesora Garrido, de 42 años, (25 de los cuales ha estado dedicada a esta técnica en la cuasi extinta Fundación de Gremios), la convirtiera en vecina del concejal de Cultura, Pedro Talabán (PSOE), y entre los dos montasen el taller hace cuatro años. Ahora es la Concejalía de la Mujer la que lo organiza: por 2.500 pesetas al mes tienen, seis horas por semana, todo el material y el apoyo dé la experta.

Es así, entre telares, paciencia y conversación, como se van enganchando al alto lizo.