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El horror, cincuenta años después

Los desfiles y ceremonias que conmemoran la Segunda Guerra Mundial muchas veces hacen fácil de olvidar la extraordinaria brutalidad del conflicto. Algunas de las peores atrocidades de la guerra fueron llevadas a cabo por el Ejército japonés, que torturó a civiles chinos por deporte, violó y esclavizó a mujeres jóvenes para fortalecer la moral de la tropa y llevó a cabo aterradores experimentos de guerra biológica ( ... ). Las barbaridades de Japón durante la época de guerra son un dolorosísimo recuerdo en la mayor parte de Asia. Sin embargo, en el propio Japón, los hechos se han censurado, negado o intentado minimizar o compensar con los sufrimientos propios, especialmente los ataques atómicos a Hiroshirna y Nagasaki. Equiparar el sadismo gratuito del Ejército japonés con la elección de Estados Unidos de tácticas militares para acortar la guerra es moralmente obtuso. Sin embargo, antes de que los estadounidenses se muestren farisaicos sobre el tratamiento que ha dado Japón a una historia espantosa, deberían considerar el papel que desempeñó el propio Washington para trivializar los crímenes de guerra de Japón. Estados Unidos ( ... ) no sólo evitó juzgar a los responsables de experimentos biológicos, sino que los puso a sueldo suyo ( ... ). Una forma útil de conmemorar el 50º aniversario de la Segunda Guerra Mundial sería encarar los aspectos de la historia militar que varios Gobiernos han intentado silenciar ( ... ). , 20 de marzo

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