Un homosexual británico demanda a Defensa por echarle el Ejército

Graeme Grady, antiguo sargento de las Fuerzas Armadas británicas, se ha convertido en el primer homosexual expulsado del cuerpo que obtiene permiso legal para demandar al Ministerio de Defensa. De 31 años, estuvo casado, tiene dos hijos y fue licenciado el pasado diciembre después de admitir su inclinación sexual. No se descarta que su caso y el de Jeanette Smith, una enfermera lesbiana recién despedida del Ejército, sean llevados conjuntamente ante los tribunales.En el momento de su destitución, Grady trabajaba en la embajada británica en Estados Unidos. Era secretario de la oficina que coordinaba los servicios secretos en la zona de América del Norte. Manejaba información confidencial.

En agosto de 1993 le dijo a su esposa que no podía seguir llevando una vida heterosexual y decidieron divorciarse. Ahora aparece en público con su compañero sentimental y asegura haber sido objeto de presiones por parte de sus superiores. Cuando le entrevistaron, al desvelarse su condición, trataron de que señalara a otros homosexuales en el cuerpo, según él.

Activistas en defensa de la homosexualidad afirman que otros 300 militares, algunos con el grado de teniente coronel, han sido expulsados desde 1,990. Medio centenar de ellos han expresado su voluntad de demandar a Defensa. Portavoces militares han señalado que un homosexual no encaja en el Ejército y no puede haber excepciones.

Australia, Canadá y Nueva Zelanda han levantado prohibiciones similares. En Holanda, los homosexuales no son discriminados en ningún cuerpo del Ejército. Las mayores polémicas se han levantado en EE UU.