"Los integristas consideran el cuerpo de la mujer un símbolo de oposición"

"Los integristas se han marcado un objetivo político prioritario: borrar la presencia del cuerpo femenino de la sociedad islámica", sentencia Jalida Toumí, presidenta del movimiento feminista Triunfo de las Mujeres, uno de los frentes más activos de la actual oposición política en Argelia y uno de los que más está sufriendo las gravísimas consecuencias del fanatismo de grupos armados integristas.Desde el pasado mes de agosto, Jalida Toumí, como otras muchas, tiene que vivir permanentemente en clandestinidad. Un atentado con bomba fue la señal inequívoca de que su nombre estaba en la lista. Las huellas del atentado, visibles en su cuerpo, son un claro mensaje de muerte.

A su paso por España, hace escasos meses, dejó constancia de la dramática situación por la que atraviesan las mujeres en este país magrebí, donde ya llega a 150 el número de mujeres asesinadas por los grupos armadós integristas.

Víctimas propiciatorias El trágico balance de asesinatos perpetrados en los últimos días viene a confirmar las tesis de esta mujer que afirmaba sin ambages que para los integristas "son justamente las mujeres la víctima propiciatoria para instaurar un régimen de terror". "Europa tiene que entender que en Argelia está ocurriendo algo semejante a lo que sucedió en la Alemania nazi. Es decir, el fanatismo integrista está llevando a cabo una política de exterminio que encuentra en las mujeres, especialmente en las feministas, el principal obstáculo para construir lo que ellos consideran la perfecta sociedad islámica. Desgraciadamente, hace más de dos años que venimos soportando constantes amenazas de muerte que se cumplen; muchas mujeres han visto cómo les incendiaban; sus casas por el hecho de vivir solas; han visto cómo quemaban a sus hijos mientras ellas eran violadas".

Las sinrazones que apuntalan esta persecución de mujeres por parte de los movimientos integristas, Jalida Toumí las resume en una idea: "Para el integrismo, el cuerpo femenino simboliza la diferencia. Una mujer que renuncia a usar el velo es un enemigo prioritario en tanto que representa un pensamiento opuesto al islamismo."

Contundentes resultan sus palabras cuando apela al conjunto de los países occidentales, entre ellos España, para que expulsen a Argelia del concierto internacional. "No puedo entender cómo es posible que Europa reconozca a un país que viola sistemáticamente los derechos humanos, que ha instaurado una política de terror. Mientras la persecución de mujeres no sea considerada una persecusión política, el mundo será cómplice de los Gobiernos que instauran el terrorismo de Estado. Nosotras, las mujeres y feministas argelinas, sabemos que la Mezquita no va a regalarnos nada, como tampoco la Iglesia católica regaló nada a las feministas españolas al término de la dictadura. Pero seguiremos manifestándonos en las calles aunque en ello nos vaya la vida".