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Los notables del PPI anulan la destitución del secretario general

Un consejo de notables del Partido Popular Italiano (PPI) anuló anoche la reunión del pasado sábado que, por tres votos de diferencia, destituyó al secretario general, Rocco Buttiglione, y rechazó la alianza concertada por éste con el bloque político de centro derecha que dirige Silvio Berlusconi. La decisión de anoche se basa en que tres consejeros rieles a Buttiglione fueron excluidos del voto por tener procesos por corrupción pendientes.Todo indica, sin embargo, que ni el comité de ayer ni ningún otro podrá impedir ya la escisión del PPI y del 10% de italianos que todavía le siguen. Dirigentes de la izquierda, como Sergio Mattarella, afirmaban anoche que no aceptarían el dictamen de los sabios, del que fueron excluidos también cinco miembros suplentes y afines a la izquierda que habitualmente intervenían en las decisiones. Los dirigentes citados añadían que su corriente podría renunciar al patrimonio del PPI, pero no a su emblema. Según sondeos, el escudo de la difunta DC, que pervive en el emblema del PPI, vale por sí mismo un 4% de votos.

De ahí que Buttiglione esté empeñado en unirlo al emblema de Berlusconi con tanto ahínco como. la izquierda en alinearlo con las filas de Romano Prodi. "Confiamos en que el comportamiento de las dos partes sea lo más sereno posible e impregnado de respeto recíproco", recomendó ayer la Conferencia Episcopal Italiana en un comunicado orientado a rechazar las noticias de que la Iglesia ha influido en las peleas de los populares.

La posición de la Iglesia

El cardenal Silvio Oddi, un prelado próximo al Opus Dei y a Comunión y Liberación, ha afirmado, por ejemplo, que el Papa aconsejaría a Buttiglione que se una a Berlusconi. El cardenal Ersilio Tonini ha estimado, en cambio, que el ex secretario del PPI debería seguir en su partido.

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Pese a la reiteración de hechos como éstos, la propia oficina de prensa del Vaticano negó ayer, a través de un portavoz, "cualquier intervención" de la Iglesia en la crisis del Partido Popular Italiano (PPI), al tiempo que recomendaba prudencia a unos contendientes que, para esa hora, llegaban casi al enfrentamiento físico.

"Estaban cambiando las cerraduras de las oficinas, pero se lo hemos impedido", dijo, en efecto, la dirigente de la izquierda Rosi Bindi hacia el mediodía, después de que algunos diputados de su sector abandonaran la Cámara, donde votaban las enmiendas al plan de ajuste económico del Gobierno, para dirigirse a la sede central. Fuentes de la secretaría del PPI explicarían más tarde que la llegada de unos obreros que desató el rumor del cambio de cerraduras respondía en realidad a otros trabajos.

En Il Popolo, el periódico de los democristianos, estalló la polémica entre Luca Borgomeo, el director destituido la víspera por Buttiglione, y Gianfranco Rotondi, el nuevo director enviado a sustituir a Borgomeo.

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