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TRAUMATOLOGÍA: TRÁFICO Y PRIMEROS AUXILIOS

El socorrismo que enseñan las autoescuelas agrava el estado de los accidentados en carretera

"El torniquete, el boca a boca y no quitar el casco". Con esta frase despacha con desparpajo sus conocimientos sobre cómo comportarse en caso de accidente un joven conductor novel apenas acabado su examen práctico. La réplica la da el médico de la Dirección General de Tráfico (DGT) encargado de impartir las clases sobre esta materia a los futuros profesores de autoescuela, Juan Carlos González Luque: "Casi todos los manuales con que se dan las clases a los futuros conductores están obsoletos y habitualmente recomiendan prácticas que sólo se pueden usar en casos contados y cuyas consecuencias, pueden resultar funestas".En concreto, son tres los conceptos en los que los manuales utilizados en las clases para aprender a. conducir se equivocan de manera más grave en opinión del médico de la DGT: la manipulación de los enfermos, las prácticas pata la respiración asistida -el popular boca a boca- y el uso del torniquete en caso de hemorragias. "Lo principal a tener en cuenta en un accidente de tráfico es la posibilidad de que haya una lesión en la columna y, si es así, no se puede realizar ningún movimiento brusco al accidentado", comenta Luque para poner de evidencia el conjunto de errores acumulados en las apenas cinco páginas que los manuales dedican al tema.

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El espinoso asunto de la espina dorsal

La postura del médico de urgencias Salvador Espinosa es más radical. Desde el centro de tetrapléjicos de Toledo donde trabaja, echa mano de. las cifras: "Se calcula que entre el 20% y el 25% de los afectados por una lesión grave en la, espina dorsal y que termina en parálisis total o parcial se debe a un mal manejo del paciente". La opinión que le merecen los tratados de las autoescuelas va en consonancia con lo expuesto: "No sirven para nada".

Sobre todo, prevención

Se trata, ante todo, de un error de concepción, comenta el médico de Tráfico: "Ahora el criterio que se quiere imponer es más de prevención, tal como se contempla en los protocolos internacionales, y menos. de socorrista o héroe a la antigua usanza". Sin embargo, pocas son las editoriales dedicadas a imprimir este tipo de textos que recogen esta propuesta.

En el primer capítulo de prácticas desaconsejadas se encuentra el colocar al paciente en posición anti-shock o en posición de defensa. La regla dice que sólo se puede mover, a un paciente después de descartar que pueda haber riesgo de tetraplejia. En uno: de lo! manuales se puede leer: "La mejor posición para colocar a un herido en posición de seguridad es en postura de defensa". Con leves diferencias, todos los manuales recogen la misma afirmación.

El segundo error más llamativo corre a cargo de la explicación que se hace sobre la manera de realizar el boca a boca. El método que se expone con todo tipo de despliegue gráfico se denomina "hiperextensión del cuello o técnica frente-nuca". "Por la misma razón que en el caso anterior, la técnica de por sí no es desaconsejable, pero de realizarse se debe hacer con todo tipo de. precauciones: el movimiento brusco de la cabeza, hacia atrás para dejar libre las vías respiratorias puede acarrear una lesión irreversible en la columna".

La última de las prácticas que requiere la atención de Luque es el popular torniquete. "Éste sólo se debe hacer en caso de amputación", dice. Los distintos manuales, si bien se detienen a detallar todo tipo de prevenciones sobre este método agresivo, de detener hemorragias, no hacen ninguna mención a lo apuntado por el médico. Espinosa es más drástico: "Llevo años atendiendo urgencias y sólo he hecho un torniquete. No tiene sentido aconsejarlo a gente sin experiencia, como es cualquier conductor".

Varios portavoces de las editoriales que casi en exclusividad ofrecen este tipo de libros en España -Sanz, Fama, Pons y Ertrasa- consideran que sus textos están pensados para aprobar un examen y no son libros de soco rrismo". Ignacio Sanz, propietario de la editora que lleva su nombre, insiste en dos puntos: "Nosotros reproducimos folletos de la propia DGT y Protección Civil, y nunca hemos recibido críticas de ninguno de los dos organismos". Más explícito es un portavoz de la casa Pons: "Los exámenes son los que mandan y, bien visto, nadie sería capaz de socorrer a un herido si se tuviera que amoldar a lo que dice el libro".

Las editoriales no tienen obligación de mostrar sus libros. a Tráfico. "Normalmente, pedimos una revisión, que no es obligatoria, de los textos y la contestación es siempre que están bien", dice Sanz. Luque comenta que en la medida de lo posible se procura aconsejar y corregir los errores más importantes: "Nosotros sólo tenemos jurisdicción en los éxamenes y en la formación de los profesores. Por lo menos ya hemos conseguido que la gente se acuerde de que no debe quitar el casco a un motorista accidentado".

El único libro de texto firmado por la Dirección General de Tráfico está publicado en Pons. Para el médico de Tráfico, en este texto ya se habla de todas las precauciones que hay que tener con los accidentados en la carretera.

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