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Peres y Arafat inyectan optimismo al proceso de paz con la promesa de un acuerdo antes del 1 de julio

El ministro de Exteriores israelí, Simón Peres, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, fijaron ayer el próximo 1 de julio como fecha límite para concertar un acuerdo que permitiría la celebración de las demoradas elecciones palestinas y el largamente esperado repliegue del Ejército israelí de los centros poblados de Cisjordania. Fue un paso queinyectó instantáneamente optimismo en el tambaleante proceso de paz que EE UU -cuyo secretario de Estado, Warren Christopher, llegó ayer a Israel- está tratando de rescatar a toda costa.

En poco menos de cuatro meses, Israel y los palestinos esperan presentar un plan concreto para ampliar la autonomía palestina nacida del histórico acuerdo logrado en Washington en septiembre de 1993. La retirada de las tropas israelíes se realizaría gradualmente y aún no tiene un programa concreto ni calendario.La celebración de elecciones fue inicialmente fijada para julio del año pasado. La demora, que restó entusiasmo y fe en el proceso de paz en la calle palestina, fue atribuida a la incapacidad del Gobierno de Arafat frente al violento desafío de la oposición islámica.

A pesar de que el primer ministro israelí, Isaac: Rabin, ha declarado reiteradamente que en el proceso de paz "no existen fechas sagradas", ayer reinaba la sensación de que las penosas negociaciones entre israelíes y palestinos están en el umbral de una nueva fase. "Es un paso realmente importante", declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Ygal Palmor, al término de la entrevista de dos horas que sostuvieron Arafat y el canciller israelí, Simón Peres, en Erez, la frontera entre Gaza e Israel.

Combatir a los extremistas

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Especial énfasis se daba anoche a esa reunión -que concluyó con una aparición pública conjunta, adornada por sonrisas y bromas- porque Arafat se comprometió a combatir a la poderosa oposición islámica. Con cruentos atentados contra objetivos israelíes, los movimientos Hamás y Yihad Islámica habían conseguido paralizar las negociaciones de paz.

Arafat reiteró ayer que su policía está haciendo lo que puede para controlar a los grupos extremistas y, según diversas fuentes, incluso prometió a Peres que iniciará una campaña para desarmar a todas las facciones activas en Gaza. "No vamos a vacilar en nuestro empeño contra aquellos que se han elegido la senda de la violencia. Comparecerán ante tribunales especiales", dijo.

Peres, por su parte, anunció que Israel irá transfiriendo gradualmente responsabilidades administrativas a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania, una medida que los palestinos han estado demandando repetidamente para afianzar el poder de Yasir Arafat mas allá de los enclaves autónomos de Gaza y Jericó. Con el objetivo de estimular el desarrollo económico de éstos, Simón Peres también anunció la creación de nueve parques industriales.

"Hemos sugerido llegar a un acuerdo entre el 15 de junio, y el 1 de julio. Ésta es la primera vez que fijamos una fecha", dijo Peres en una conferencia de prensa mucho más relajada y jovial que las celebradas en los últimos meses.

El súbito avance en las negociaciones entre palestinos e israelíes fue interpretado como un buen augurio para la nueva misión de Warren Christopher en Oriente Próximo. El jefe de la diplomacia norteamericana ahora podrá volcar todos sus esfuerzos al plano sirio-israelí. Washington está tratando de reanudar el diálogo a fin de hallar una solución a la cuestión de los altos del Golán, que Siria insiste en recuperar incondicionalmente como primera condición para volver a hablar de paz con Israel.

La llegada de Christopher coincide con preparativos de Israel y los palestinos para aprovechar al máximo otra empresa diplomática de envergadura. El primer ministro británico, John Major, tiene previsto llegar el domingo en la primera misión de alto nivel desde la visita de Margaret Thatcher a Israel en 1986.

Major se encontrará con Yasir Arafat en Gaza y, en un gesto simbólico del interés británico por apoyar su campaña contra el desorden en la franja, regalará a la policía palestina 50 vehículos.

Mientras Peres se entrevistaba con Arafat, el primer ministro israelí, Isaac Rabin, arribó al puerto de Aqaba en el Mar Rojo, para mantener una visita relámpago con el rey Hussein de Jordania con el objetivo de reforzar el proceso de paz entre ambos países.

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