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A partir de ahora será más fácil hacer estudios masivos de la vista, por ejemplo en colegios o en empresas, porque, frente a los refractómetros pesados y estáticos actuales, la compañía japonesa Nikon ha puesto a punto el primer refractómetro portátil del mundo. Retinomax, de un kilogramo de peso y sin cable, hace graduaciones de la visión de las personas con iguales prestaciones que los utilizados hasta ahora. "Este instrumento puede hacer pruebas en la población detectando defectos oculares de refracción", explica un responsable de Rego y Cía (91 / 304 56 34), empresa que lo comercializa en España. Otra ventaja adicional del equipo es que puede ser usado en situaciones en las que los refractómetros actuales no son capaces de medir, por ejemplo cuando una persona está tumbada.

Para diagnosticar un infarto de miocardio no se necesita ya un complejo laboratorio médico. Con la ayuda de un nuevo método, basado en la identificación en la sangre de la proteína troponina T, que se genera cuando hay un infarto, se puede diagnosticar en la consulta médica, en casa o, incluso, en la calle. El método, desarrollado por Hugo A. Katus, de la Clínica Universitaria de Heidelberg (Alemania), y por Boehringer Mannheim, es sencilla, aseguran: con una pipeta se llevan unas gotas de sangre a una tira de prueba, y en caso de haberse producido un infarto aparece en una ventana una línea.

Glass Studio es un sistema digital de simulación y demostración, en tiempo real, de distintos tipos de montura y lentes de gafas sobre la imagen de una persona. Presentado en ExpoÓptica 95, en Ifema, esta solución permite a cualquier cliente de una óptica ver en una pantalla el aspecto que tendrá con varios modelos de gafas antes de comprarlo. Una cámara toma la imagen del cliente y éste puede comparar su aspecto con ocho monturas diferentes. El sistema simula sobre la montura elegida lentes orgánicas o minerales, progresivas o bifocales y la coloración del cristal entre más de 200 tonos diferentes. Incluso aparece el peso (en gramos) de cada montura y los espesores de los cristales ya biselados. El precio del sistema, de la compañía Lep (93 / 417 54 00), que incluye cámara, ordenador, digitalizador de imágenes y software, es de 960.000 pesetas.

Ya existe el café que se calienta solo. Se llama Baritalia y se presenta en una especie de vaso con dos recipientes, uno para el café y otro, completamente aislado, para el agua, el cloruro de calcio y una sustancia reguladora de la temperatura. El secreto está en que al presionar el fondo se libera el agua y ésta se mezcla con las sales de calcio produciendo una reacción química que desprende calor. La temperatura del café se eleva hasta casi los 40 grados, a los que deben sumarse los de la temperatura ambiente. Baritalia, de la empresa italiana Blusei (976 / 23 39 00 de Zaragoza), está fabricado con aluminio y polipropileno, y se venderá principalmente en centros de alimentación. En el futuro contendrá también té, infusiones, chocolate y leche. Su precio ronda las 185 pesetas por unidad.