El Senado italiano aprueba el plan de ajuste de Dini pese al 'no' de Berlusconi

Silvio Berlusconi desoyó ayer un nuevo llamamiento del primer ministro, Lamberto Dini, para que el bloque de la derecha apoye su plan de ajuste financiero, que, por la tarde, fue aprobado en el Senado con 179 votos a favor y 91 votos contrarios de Forza Italia (FI), Alianza Nacional (AN), el Centro Cristiano Democrático (CCD) y Refundación Comunista. Siete senadores comunistas se abstuvieron. Prosiguen, sin embargo, las negociaciones para que la derecha cambie de actitud ante la votación en la Cámara de Diputados prevista para el viernes, donde una derrota de Dini, que en la Cámara baja es minoritario, implicaría la caída de su Gobierno.Con vistas a esa negociación, Dini dio ayer todas las garantías de que obrará para que las elecciones generales puedan celebrarse en junio, como Berlusconi exige. En concreto, el primer ministro afirmó que la reforma del sistema de pensiones podrá ser acordada con los sindicatos este mes, a fin de que el Gobierno y el Parlamento la aprueben antes de finales de abril. Cumplido ese último objetivo, afirmó Dini en un mensaje a las dos cámaras, considerará agotado su mandato y pondrá su cargo a disposición del presidente de la República, que es el único que puede disolver el Parlamento.

Dini afirmó que la negativa de Berlusconi a apoyarle ha creado en el extranjero "la impresión de que las fuerzas políticas italianas no saben cooperar ni siquiera para afrontar una dramática situación de emergencia" como la que se vive hoy en los mercados monetarios.Responsabilidad

"Me parece que las cosas están lejos de ser como debieran", comentó Berlusconi acerca de este mensaje. El portavoz de los senadores de la derecha, Massimo Palombi, dijo, no obstante, al anunciar el voto negativo de su grupo: "Esperemos que algo suceda antes de que se vote en la Cámara y que prevalezca el sentido de responsabilidad". Palombi pertenece al CCD, grupo que promueve que Berlusconi negocie con Dini una salida al conflicto.

Rocco Buttiglione, secretario del Partido Popular Italiano (PPI) y copartícipe en la misma iniciativa, centra la negociación en los dos temas que preocupan principalmente a Berlusconi: el anunciado referéndum para limitar a sólo una las cadenas privadas de televisión controladas por cada empresario y la fecha de las elecciones generales.

Buttiglione trata de convencer a Berlusconi de que, para que se aplace el referéndum que podría privar al ex primer ministro de dos de sus tres televisiones, no es indispensable que las elecciones se celebren en junio, como éste quiere. Podrían celebrarse en octubre, como sugiere la izquierda, y aplazarse, no obstante, el referéndum para dar la posibilidad de que el nuevo Parlamento elabore una nueva reglamentación del sistema televisivo que hiciera innecesaria la consulta a los ciudadanos.