La ciudad talismán
Fermín Cacho, capitán del equipo español, se ha conjurado para repetir los éxitos de los Juegos Olímpicos de 1992
Los atletas españoles regresan a su ciudad talismán, Barcelona, la que, en 1992 marcó el despegue definitivo. Todos quieren estar allí. A Fermín Cacho aún se le pone la carne de gallina cuando recuerda la final olímpica: "Jamás he visto un público tan enfervorecido y entregado. A él le debo parte de mi medalla. Por eso quiero devolverle ahora el favor y ser de nuevo campeón". Todos los atletas coinciden: en Barcelona se rinde al 110%. Por eso, este año ha habido tiros para entrar en la selección. En juego está nada menos que la posibilidad de ser campeón mundial de pista cubierta en los campeonatos que comienzan el viernes en una de las Instalaciones insignia de la ciudad olímpica: el palacio de Sant Jordi.Al embrujo que ejerce Barcelona sobre los atletas se une la realidad de que el atletismo español es realmente una potencia cuando compite bajo techo. Los números están ahí: España, cuarto país en el historial de los Campeonatos del Mundo. Se llevan celebradas cuatro ediciones, más el precedente de los Juegos Mundiales de París. Pues desde entonces Estados Unidos ha ganado 35 medallas; la Unión Soviética, primero, y Rusia, después, 25; el Reino Unido, 17, y España y Cuba, 11.
El de que el atletismo bajo techo es una modalidad que se practica intensamente en España -pese a ser el país de menor rigor invernal, es el que tiene más instalaciones cerradas de la Europa occidental-, porque sus practicantes descubrieron que era una mina.
De esta manera, José Luis González y Cayetano Cornet poseen dos medallas de los Mundiales, y una, Colomán Trabado, Benjamín González, Tomás de Teresa, José Manuel Abascal, Fermín Cacho, Enrique Molina y Javier Moracho. Ahora Cacho quiere conseguir no sólo la segunda, sino la primera de oro en una distancia mágica para el atletismo español, los 1.500 metros, pero en la que ninguno de los tres primeros espadas han subido todavía al podio para recoger el oro.
Cacho acude con la firme convicción de proclamarse campeón mundial. La ausencia del argelino Nurredine Morceli reafirma su propósito. El atleta soriano está a la cabeza de un equipo que se siente supermotivado, porque casi todos sus componentes estuvieron en los Juegos Olímpicos de 1992 y saben que el fabuloso ambiente que es capaz de crear el público barcelonés puede provocar tal motivación que se produzcan gestas como las de que Javier García Chico gane al mismísimo Serguei Bubka.
Los españoles se encuentran en forma y están dispuestos al asalto. A poco que se descuiden las figuras consagradas, van a por ellas. El éxito de Barcelona 92, la confirmación en los Mundiales de Stungart-93 y la apoteosis de Helsinki-94 han convertido al atleta español en un competidor seguro, intrépido y con el carisma suficiente como para arrastrar a los demás.
En el numeroso equipo que presenta España hay muchas caras nuevas y otras que vuelven. Se mezcla un atletismo superprofesionalizado, como el que practican Cacho, Antonio Peñalver, Sandra Myers, Isaac Viciosa, Manolo Martínez o Maite Zúñiga, con otro de aficionados que empiezan a destacar -casos de Javier Navarro o Carmen Blay- y con un tercero formado por atletas que compiten para vivir y que precisamente esa lucha por la supervivencia les agiganta. Antonio Sánchez, Sala y el propio García Chico, medallista en los Juegos de Barcelona-92, han conocido el recorte en las becas debido a la regresión de sus marcas. "Hay atletas, efectivamente, que ahora ganan menos dinero que antes, pero las becas no se conceden de por vida", asegura un portavoz de la Federación Epañola de Atletismo. "Hay unos baremos que se aplican a cada atleta en función de su marca y su rendimiento en la alta competición. Es una política que viene dictada desde el propio Consejo Superior de Deportes, organismo que nos obliga a rentabilizar los ingresos y a merecerlos año a año. Ahora bien, la beca jamás se reduce si el atleta se lesiona".
Los ingresos de los atletas por parte de la federación alcanzan los 4,4 millones de pesetas y llegan vía ADO (Asociación Deportes Olímpicos). Si algún atleta importante queda excluído del plan olímpico, como sucedió con García Chico, la federación dispone de unos planes de ayuda que, con arreglo a las marcas que acredite, pueden llegar a los 3,2 millones anuales. Además hay diversos premios que oscilan entre como el millón de pesetas por una medalla de oro en la alta competición hasta las 50.000 pesetas por un récord de España. De los 27 atletas seleccionados para competir los Campeonatos del Mundo hay una docena que sueña consubir al podio.
Fermín Cacho. Tiene resistencia (ya corrió en 3.36 minutos) y velocIdad (hizo 26 segundos en los últimos 200 metros del Campeonato de España). Se ha preparado en la altitud del Teide y quiere ganar. Sólo le vale el oro. Final: 19.45 del sábado.
Sandra Myers. Ambiciosa como nadie. Se ha propuesto subir al podio, aunque la inscripción a última hora de Privalova en los 400 metros ya sólo deja dos puestos libres. Final: 18.20 del domingo.
Jiménez /Viciosa. Es la pareja española para los 3.000 metros. Cualquier resultado es posible. Están rápidos y resistentes. Con los dos en la final y unas curvas muy cerradas donde no es fácil pasar, sus posibilidades aumentan si compiten con descaro. Final: 19.35 del domingo.
Chico / Arcos. En pértiga todo es posible cuando se franquea el listón sobre los 5,75 metros. Chico está a punto de pasar los 5,80 y Arcos se ha asomado ya a los 5,70. Como los rusos fallen, puede haber una sorpresa similar a la que se vivió en los Juegos. Final: 16.30 del sábado.
Ángel Fernández. Ha saltado 8,13 metros esta temporada, marca con la que se puede optar al podio. Ya fue campeón de Europa al aire libre en 1991. Final: 18.35 del sábado.
Manuel Martínez. Un lanzador con 19 años y que supera los 20 metros tiene crédito ilimitado. Como los supermanes se descuidan, Martínez amenaza. Final: 19.15 del sábado.
Maite Zúñiga. Ha estado en dos finales olímpicas de 1.500 metros y su problema es el ritmo, que nunca se ha ajustado a sus características ideales. Final: 19.20 horas del domingo.
Antonio Peñalver. No es el mismo que el de Barcelona-92. Pero si le coge ganas a la competición va a estar junto a los punteros. Final de decatlón, sábado y domingo.
Marta Domínquez. Una campeona europea y subcampeona mundial júnior que hace una semana establece corriendo en solitario el récord de España de 3.000 metros es capaz de todo. Final:.20.15 del sábado.
Concepción Paredes. Está en constante progresión y con 14 metros en triple salto se llega lejos. Final: 16.15 del sábado.
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