Ruiz Massieu, detenido en EE UU por violar la ley de control de divisas cuando salía hacia Madrid
, El trayecto duró poco. El ex subprocurador general de México Mario Ruiz Massieu fue do en la noche del viernes en el aeropuerto de Nueva Jersey (Estados Unidos) por las autoriades aduaneras bajo la acusación de "haber violado la ley de control de divisas". Ruiz Massieu, a quien la fiscalía mexicana investiga por presunto encubrimiento en el asesinato de su propio hermano José Francisco, había comenzado el jueves, según dijo, "una gira profesional" de diez días por ese país. Los, agentes, sin embargo, lo capturaron cuando se disponía a abordar un avión a Madrid.
En México, el ex presidente Carlos Salinas anunciaba la reanudación, y posterior suspensión, de su intermitente huelga de hambre para limpiar su honra y, con todas estas alharacas como telón de fondo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebraba ayer el 660 aniversario de su fundación y llegada al poder.Aparentemente, la captura de Ruiz Massieu es un caso de verdadera mala suerte: el ex subprocurador aseguró que llevaba encima 18.000 dólares, pero un minucioso registro sacó a la luz 28.000 dólares más. La ley estadounidense de divisas obliga a los recién llegados a declarar con exactitud las sumas por encima de los 10.000 dólares. Conclusión: detención y traslado a Nueva York, donde el lunes comparecerá ante un juez federal para afrontar. una condena de hasta dos años de cárcel o, lo que se da por seguro, la libertad bajo fianza. También podría ser sancionado con una multa de 250.000 dólares.
Varios elementos extraños, sin embargo, salpican el caso. Ruiz Massieu había salido de México el jueves en la noche, después de prestar declaración durante seis horas ante la fiscalía acerca de las investigaciones del asesinato de su hermano José Francisco, que era secretario, general del PRI cuando murió tiroteado en septiembre del año pasado.
Encubrimiento
Acompañado de su mujer e hija, el ex subprocurador llegó a la ciudad tejana de Houston en vuelo privado. Horas despues, en la madrugada del viernes, la Procuraduría dejaba entender que durante el tiempo en que Mario se encargó del caso por decisión del entonces presidente Carlos Salinas, hubo encubrimiento de quien luego resultó acusado como presunto autor intelectual: su ex cuñado Raúl Salinas, hermano del presidente.
El ex subprocurador declaró entonces desde Houston que estaba de gira para "formalizar compromisos académicos en Estados Unidos" (su secretaria había dicho antes que estaban de vacaciones). En su bolsillo llevaba las reservas para volar a Montreal (Canadá). Y se dirigió a Nueva Jersey donde compró en efectivo los billetes hacia Madrid. En ese momento fue interceptado. Según un diario local, México habría iniciado los trámites de extradición del detenido. Pero para ello deberían existir cargos formales contra él. La Procuraduría se encuentra ahora preparando el expediente, que enviará a un juez federal para que determine si hay o no delito.
En medio de tantas y tan repentinas sacudidas, que han sumido a la opinión pública en el desconcierto, el Partido Revolucionario Institucional celebró ayer el 660 aniversario de su fundación. Frente al multitudinario mitin del año, pasado, donde el entonces candidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, sorprendió a los presentes con unas promesas de cambio que luego lo llevaron a la tumba, en esta ocasión la flor y nata del "partido de Estado", como dicen sus detractores, se reunió en el anfiteatro de su sede. Esta vez, al unísono, todos clamaron por la "oxigenación", incluso aquellos que no lloraron la muerte de Colosio.
"Sacaremos a México del hoyo". Vestido de negro y flanqueado por la plana mayor de la institución, de la que destacaba Fidel Velázquez, el nonagenario líder del sindicalismo vertical, que escuchaba dormitando, el presidente Ernesto Zedillo ratificó su voluntad de democratización mediante un diálogo pluripartidista, para lo cual no ha reparado, dijo, "ni en la popularidad ni en solemnidades".
Zedillo reiteró los ejes de su proyecto político: fortalecimiento del poder legislativo, reforma judicial y un equilibrio de poderes que ponga en su sitio a la figura presidencial.
El mandatario, que siempre se ha mostrado muy tajante respecto a su independencia frente al PRI y cuyos pasos hacia los partidos de oposición han abierto algunas úlceras en la vieja guardia priísta, no pudo menos que acariciar los oídos de sus correligionarios, tal y como lo exigía la ocasión. "Estas acciones por la democracia me dan fuerza moral para acudir hoy, muy orgulloso, muy satisfecho, a la sede mi partido", dijo. Un gesto, añadió, por el que nadie le podría reclamar nada.
Estabilidad política
"El PRI, que tanto ha contribuido a la estabilidad política, a la organización social y a la modernización institucional de México, es un partido agraviado", clamó. Grandes aplausos. El partido, dijo, está agraviado por hechos "ajenos a su control que siguieron al conflicto de Chiapas", por los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massicu (más aplausos), por una crisis económica de la que el PRI no tiene culpa, por la intolerancia de quienes buscan su desaparición...
Y el apoteosis final: "Aquellos que piensan que todo avance democrático debe equivaler a una derrota del PRI están equivocados. Que quede claro: no nos vencerán
