Renfe suspende el cierre de líneas regionales al lograr acuerdos con las autonomías

El miedo a que ciudades como Zamora o Soria se vieran privadas de comunicaciones por ferrocarril se ha disipado al haberse alcanzado acuerdos entre Renfe y seis comunidades autónomas, amenazadas por la suspensión de varias líneas de sus trenes regionales debido al escaso número de viajeros que las utilizan.El acuerdo, según un portavoz de Renfe, deberá ratificarse, pero surtirá efectos a partir de hoy, domingo, fecha en que entra en servicio el nuevo régimen de horarios y servicios negociados entre el explotador del servicio -Renfe- y las autoridades autonómicas que se han comprometido a sufragarlos.

Los trayectos amenazados con la cancelación de trenes eran:

Medina del Campo-Zamora-Puebla de Sanabria-Orense.

-Monforte-Lugo.

-Coruña-Ferrol.

-Madrid-Aranda.

-Torralba-Soria-Castejón.

-Murcia-Chinchilla.

-Moreda-Linares.

-Mérida-Cabeza del Buey-Puertollano-Ciudad Real.

-Zafra-Huelva.

El anuncio de estas cancelaciones a principios de verano desencadenó una oleada de protestas en las poblaciones afectadas. Las más contundentes se desplegaron en las capitales de Castilla-León mediante manifestaciones convocadas por instituciones regionales, la mayoría de ellas presididas por militantes del Partido Popular.

Los habitantes de municipios pequeños, situados en el corredor de Castilla a Galicia, llegaron a interrumpir el tráfico ferroviario en protesta por la pérdida de lo que suponía el único modo de transporte que les enlaza con las capitales de su provincia. La manifestación congregada en Soria fue la más multitudinaria de las que se recuerdan en la capital castellana.

La Plataforma en Defensa del Ferrocarril también se sumó a este rechazo a la "liquidación" de trenes en unos territorios deprimidos. Esta plataforma ha denunciado que, mientras Renfe castigaba "implacablemente" las líneas de "gran trascendencia social dejando incomunicados a cientos de pueblos" y donde apenas se ha invertido nada en los últimos diez años, basándose en la optimización de sus recursos, otras líneas, como el AVE, acaparaban el gasto ferroviario.

Contrato pograma

Frente a estas posturas, lo cierto es que Renfe ha suscrito un contrato-programa con el Estado mediante el cual se compromete, durante el periodo 1994-98, a reducir en más de 6.000 millones las pérdidas de la unidad de trenes regionales.

Para poder cumplir estos objetivos la compañía inició negociaciones con las comunidades autonómicas donde la relación gastos/viajeros es más dispar, con el fin de llegar a acuerdos del siguiente tenor: Renfe le presta el servicio en los horarios que la comunidad autónoma le indique como los más convenientes y a cambio la comunidad autónoma compra los trenes o abona a la compañía el déficit de gestión por cada viajero/kilómetro.

Estos pactos rigen ya en varias comunidades autónomas. Tras superar varios rifirrafes verbales, las últimas en suscribirlos han sido Galicia y Castilla y León.

De esta forma ya son seis -con Castilla-La Mancha, País Vasco, Extremadura y Andalucía- las regiones que se acaban de comprometer de una u otra forma a estos convenios.

El acuerdo marco supone una subvención de las comunidades autónomas afectadas por un montante total aproximado de 2.200 millones de pesetas. Con estos acuerdos se salvan de la quema 59 servicios.