Marruecos forma un Gobierno de derecha con tecnócratas

La formación del nuevo Gobierno marroquí, que se había convertido en un complicado rompecabezas debido al fracaso en la formación de una gran coalición que incluyera al bloque opositor, fue aprobada ayer por el rey Hassan II. El nuevo Ejecutivo está compuesto mayoritariamente por políticos de centro derecha y tecnócratas.La lista de los 36 ministros fue presentada ayer al rey por el primer ministro, Abdelatif Filali, de 67 años, un liberal que fue nombrado de nuevo para el cargo el pasado 31 de enero. Filali, que está casado con una de las hijas del rey.

El cambio más importante afecta a la cartera de Finanzas, que ha ido a parar a Mohammed Kabbaj, antiguo ministro de Obras Públicas. Kabbaj también estará encargado de Inversiones Exteriores. Otra de las claves del Gabinete es la continuidad del ministro de Privatizaciones, Abderramán Saaidi, un tecnócrata. Saaidi se ha comprometido a privatizar cien empresas antes de finales de año.

Casi a la vez que daba el visto bueno al nuevo Gobierno, el rey firmaba las condecoraciones para a las que se han hecho acreedores los 17 ministros destituidos. Entre los cesantes destaca el antiguo ministro de Finanzas, Murad Sherif, quien fue destinado a la empresa que controla la minería estratégica de los fosfatos.

Otra de las víctimas es Serge Berdugo, ex ministro de Turismo y que era el único judío del anterior Gobierno. Ha sido reemplazado en el cargo, por Mohammed Alaui M'hamedi, un preeminente miembro del Partido de la Unión Constitucional.

El rey pidió a Filali la formación de un Gobierno de centro derecha después de fracasar varias veces en la creación de una gran coalición que incluyera al bloque opositor. El rey intentó asimismo el nombramiento de un primer ministro de entre uno de los cuatro partidos de la oposición, y poner fin a 30 años de jefes de Gobierno conservadores. Pero todos los intentos fueron baldíos.

Los partidos de la oposición, que tienen 125 escaños en un Parlamento de 333, declinaron la invitación de entrar en el Gobierno después de las elecciones de junio y septiembre de 1994, que consideran fueron manipuladas. Desde entonces todos los intentos por hacerles entrar en la nueva legitimidad chocaron con su rechazo.