La ciudad dormitorio despierta

Las ciudades dormitorio del sur de Madrid van despertando, poco a poco, de su letargo cultural. La ópera llegó a Móstoles (199.000 habitantes) y en las calles de la vecina Alcorcón (142.000 habitantes) se apostan las obras de arte. El Ayuntamiento está dispuesto a adornar sus plazas con esculturas. En otoño instaló el Elogio a la ciudad (obra de Arcadio Blasco), en la calle de Cáceres. Ahora, el parque de la Paz cuenta con un nuevo conjunto escultórico. Se trata de Homenaje a la música, obra del escultor Manuel Mesa, cuyo diseño ha sido realizado por el autor vasco Jorge Oteiza. Las cinco figuras, el órgano, los dos timbales y el atril, todos ellos de bronce, pesan 2.500 kilos.La obra es la primera que Mesa instala en Madrid. Ha tardado un año en hacerla, labor en la que ha estado ayudado por cinco persona s de su taller. Las esculturas representan el momento de salida de la primera nota. Los componentes miran al director, que tiene la batuta en alto. Todas las esculturas superan los dos metros de altura, y la más alta y voluminosa es la del órgano.

Según Mesa, "se trata de unas figuras inmóviles, a las que se ha querido dar movimiento y sonido". Para el alcalde de Alcorcón, el socialista Jesús Salvador Bedmar, lo que se pretende con estas esculturas es dotar al municipio de unos símbolos que vayan creando referencias para las futuras generaciones.