99 presos mueren en el motín de una cárcel de Argel repleta de integristas
Al menos 99 presos y cuatro guardianes murieron en la noche del martes al miércoles en la prisión de Serkayi, o Barbarroja, situada en la alcazaba de Argel y en la que estaban recluidos unos 200 islamistas, acusados o condenados por terrorismo, cuando las fuerzas de seguridad lanzaron un asalto para acabar con un intento de evasión que degeneró en motín. La información, facilitada Por la agencia France Presse, que citaba "una fuente informada", fue adelantada poco antes por Bechir Mecheri, abogado de reclusos islamistas, quien afirmó que se produjeron "decenas de muertos" y pidió a las autoridades que se aclararan los hechos. Una fuente diplomática citada por Reuter hablaba de "cerca de 100 muertos".
Ninguna confirmación oficial de la cifra de víctimas se produjo en todo el día de ayer. El telediario de las ocho de la. tarde de la televisión argelina se limitó a informar de la muerte de cuatro funcionarios, degollados por los amotinados, pero sin especificar cuántos reclusos habían perdido la vida. La televisión estatal argelina mostró las armas que presuntamente habrían utilizado los amotinados -tres granadas, cuatro pistolas,- dos cargadores, todas ellas aparentemente sin utilizar- e imágenes de los presos esposados en el interior de la cárcel. Los amotinados, aparentemente, contaron con la complicidad de algunos funcionarios de la prisión de máxima seguridad para obtener las armas incautadas.La televisión insistió en que las fuerzas de seguridad intentaron a toda costa evitar el derramamiento de sangre, con llamamientos reiterados a los presos para que depusieran su actitud y liberasen a sus rehenes.
Toma de rehenes
El motín se inició a las cinco de la madrugada del martes y finalizó a las ocho de la mañana de ayer, después de que efectivos de las fuerzas de seguridad irrumpieran en él centro penitenciario y lograran reducir a los revoltosos, que habían tomado como rehenes a seis funcionarios de prisiones. Cuatro de ellos fueron degollados por los internos antes de que acabase el motín, mientras que otro resultó herido, según el ministro de Justicia, Mohamed Teguia, quien, en declaraciones a la radio estatal, señaló que otros 12 guardias resultaron lesionados.
El Ministerio de Justicia emitió anoche un comunicado en el que asegura que "el asalto a la prisión fue inevitable para restaurar el orden. La operación se llevó a cabo con éxito, pese a que hubo muertos y heridos".
Las autoridades argelinas no han facilitado, sin embargo, el número de presos heridos o muertos en los violentos acontecimientos. Tampoco se dieron detalles del motín del pasado noviembre en Berruagia, a unos 200 kilómetros de Argel. Se calcula que hubo entonces 10 reclusos muertos y varias decenas de heridos.
El motín de Argel fue promovido por islamistas radicales encarcelados por delitos de terrorismo que trataron de evadirse, emulando la operación efectuada: un año atrás, también en Ramadán, en el presidio de Tazult, al este de Argelia, del que huye ron unos 1.000 reclusos. La mayoría eran islamistas, entre ellos varios condenados a muerte. Al fracasar en su intento de fuga, los presos de la cárcel de la alcazaba de Argel provocaron una revuelta a la que se sumó la mayor parte de los 200 islamistas y algunos de los 1.600 encarcelados por delitos comunes.
Entre los internos se encuentran los líderes integristas Abdelkader Hachani y Abelhak Layada. Un miembro de la dirección del ilegalizado Frente Islámico de Salvación (FIS), Ikhlef Cherati, resultó muerto, según France Presse, en tanto que Lembarek Bumarafi, supuesto asesino del presidente Mohamed Budiaf, en 1992, sufrió heridas de gravedad.
Durante el tiempo que duró la revuelta, el barrio de la alcazaba argelina fue rodeado por las fuerzas de seguridad, que impidieron la circulación de vehículos por la zona y el acceso de los familiares de los detenidos a la prisión. Pese a todo, varias decenas de parientes de los reclusos se concentraron en las inmediaciones de la cárcel con la intención de averiguar la suerte que corrían los presos. El cerco policial se prolongó durante todo el día de ayer y afectó muy negativamente al tráfico de la ciudad.
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