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El caos rodea la obra de Gaudí, La mayoría de edificios del arquitecto sufre dejadez o refórmas polémicas

La biblioteca de la Cátedra Gaudí no tiene bibliotecario, pero sí carcoma. La colonia Güell tiene goteras, pero no folletos informativos. Los restauradores del parqueGüell lanzan al basurero las gárgolas originales, y no pasa nada; los de La Pedrera colocan un cine donde Gaudí puso el primer aparcamiento subterráneo del mundo, y tampoco pasa nada. Éstos son algunosejemplos del caos y la dejadez que rodea la obra de Gaudí desde hace unas décadas. La inexistencia de una fundación que vele por este patrimonio da pie a continuos desvaríos en las reformas de sus edificios.

Recorrer por España la obra de Gaudí acaba siendo un catálogo de desmanes arquitectónicos, de desidias institucionales o de actuaciones vandálicas. En muchos puntos gaudinianos faltan guías, folletos informativos e incluso la más elemental señalización.Biblioteca de la Cátedra. Quizá figure en el libro de los récords porque es una biblioteca sin bibliotecario. La biblioteca de la Cátedra Gaudí es la más importante dedicada al arquitecto.

Hay unos 16.000 libros, según afirma el catedrático y máxima autoridadún Gaudí Juan Basse goda Nonell. Sólo él sabe cuántos libros hay y cómo están ordenados. No hay nada informatizado.

Plazoleta Aribau. Situada en el parque de la Ciutadella de Barcelona. Es una obra de Gaudí casi desconocida, perteneciente a su época estudiantil. La pieza más importante es la balaustrada, con sus cabezas de león, todas diferentes. Las plantas van royendo la piedra. Hace seis años, el Ayuntamiento pidió un presupuesto para su restauración. Además de no hacer nada, permitió que se rodaran escenas de la serie televisiva Poble Nou (Los mejores años), en la que uno de sus personajes saltaba la balaustrada, su parte mas dañada.

Casa Vicens. Una de las pocas casas de Gaudí (Barcelona) Tiene goteras y la propietaria intenta conseguir ayuda para reparar el techo. No se puede visitar, aunque por 30.000 pesetas a la hora es posible fotografiar el interior.

Catedral de Mallorca. La reforma de la catedral de Palma de Mallorca fue una de las obras a las que Gaudí dedicó más tiempo. Estuvo 14 años viajando de Barcelona a la isla pero no acabó el proyecto.Aun así hay muchos elementos litúrgicos de Gaudí: atriles, escaleras del púlpito, candelabros aparte de las pinturas de Jujol.

El peligro de destrucción acecha a la pieza más importante, el baldaquino, un palio gigantesco de cristales de colores situado sobre el altar. Sólo uno de sus lados es de bronce; el resto es de cartón, ya que se trata de una maqueta, y podría incendiarse o romperse. A Gaudí le echaron antes de que pudiera acabar su trabajó. El cambio de ubicación significaría su destrucción.

Parque Güell. En los últimos parques públicos inaugurados, el Ayuntamiento de Barcelona cobra la entrada; otros los cierra por las noches. Sin embargo, el parque Güell, patrimonio de la humanidad, es público, gratuito y after hours para cobijo de pirómanos (dos incendios este verano), carteristas (un robo semanal de media) y gamberros. El colegio colindante utiliza el parque de patio de recreo y de campo de fútbol. En la última restauración, los arquitectos Martínez Lapeña y Elías Torres eliminaron las gárgolas de Gaudí "porque sólo quedaban dos originales".

La Pedrera. En este edificio, símbolo de Barcelona, cada vecino ha hecho históricamente lo que ha querido con su piso, aunque fueran de alquiler. Y el propietario, también. El anterior convirtió los lavaderos en apartamentos y puso un tercer ascensor. Desde hace nueve años, el edificio es propiedad de Caixa de Catalunya, que se ha gastado miles, de millones de pesetas en algunos arreglos y en muchas transformaciones. Ha convertido en auditorio lo que fue el primer aparcamiento subterráneo de la historia. No hay contrel,. ni conocimiento de los elementos originales que quedan.

Colonia Güell. Muchos especialistas opinan que en esta colonia del bonito pueblo de Santa Coloma de Cervelló (a 20 kilómetros de Barcelona) se encuentra el mejor Gaudí. No hay folletos informativos; a veces se encuentra una fotocopia de un texto en catalán de la Geneira.litat. Desgraciadamente, los propietarios son tres,(la Diputación, la Universidad de Barcelona y el Consorcio de Municipios) y casi nunca se ponen de acuerdo. El Consorcio de Municipios señala que en la actualidad la cripta tiene goteras, pero la Diputación dice que no.

El Capricho. Abandonado durante años, el chalet El Capricho, en Comillas (Cantabria), fue adaptado para restaurante. El proyecto ganó un premio europeo de restauración. Por dentro quedó muy mono, de lo más kitsch. Por fuera se ha cometido la aberración de sustituir los girasoles de cerámica por unos pintados sobre cemento.

Restaurante Calvet. Originalmente era despacho y almacén de un negocio textil en el Ensanche barcelonés. La buena conservación del lugar contrasta con la colocación de unas vidrieras absolutamente ajenas a Gaudí. Los clientes se sientan en bancos gaudinianos.

La Sagrada Familia. Los turistas campan libremente, sin vigilante alguno, graban sus nombres en paredes y escaleras, o escriben grafitos. El dinero que se paga por visitar la Sagrada Familia de Gaudí se destina a construir la Sagrada Familia de Subirachs.

Farolas de la plaza Real. El Ayuntamiento encargó a Gaudí la iluminación de Barcelona. De tan ambicioso encargo sólo se materializaron cuatro farolas, de las que dos están en la plaza Real. Los plafones desaparecieron hasta que una denuncia de las asociaciones gaudinistas provocó su recolocación, sujetados con unos tornillos más propios de Alcalá Meco que de una escultura.

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